El preocupante panorama hídrico para Chile

5 de Septiembre 2019

Un cuarto de la población mundial se verá pronto afectada por la escasez de agua, según una publicación del World Resources Institute, organismo internacional que estudia distintos aspectos relacionados con el recurso. La información fue recogida por el periódico The New York Times –ver aquí– dando cuenta de la gravedad de la situación. Los habitantes afectados […]

Un cuarto de la población mundial se verá pronto afectada por la escasez de agua, según una publicación del World Resources Institute, organismo internacional que estudia distintos aspectos relacionados con el recurso. La información fue recogida por el periódico The New York Times –ver aquí– dando cuenta de la gravedad de la situación.

Los habitantes afectados residen principalmente en 17 países ubicados en zonas históricamente áridas, y que de por sí ya están sufriendo de un estrés hídrico, como Irán, India, Arabia Saudita y Sudáfrica, además de naciones como Brasil, México y ciudades de Estados Unidos, como Los Angeles y Chicago. Se señalan como causas el mal manejo del recurso, las actividades agrícolas intensivas y el desperdicio constante de las fuentes subterráneas, sumados a los efectos del cambio climático. 

A nivel latinoamericano, Chile es el país que muestra la proyección más negativa en cuanto a estrés hídrico, catalogado como extremadamente alto para 2040, según el mismo informe del World Resources Institute. Esto, debido a las plantaciones de monocultivos que requieren mucha agua, la marcada disminución de precipitaciones y el aumento de temperaturas, en especial en las regiones más críticas, como las de Coquimbo, Valparaíso, O’higgins, y muy probablemente la Región Metropolitana.

En el caso chileno, la situación se ve complicado por el actual mercado de transacción hídrica regulado por el Código de Aguas que rige desde 1981 y que permite que gran parte del recurso sea registrado por unos pocos productores. 

Entre las soluciones propuestas por el informe publicado para disminuir la crisis se encuentran el evitar las fugas en el sistema de distribución hídrico, el reciclaje de aguas residuales, la recolección y almacenamiento de agua de lluvia, el cambio a cultivos que requieran menos agua y la limpieza de lagos y humedales.