Columna de opinión: Negacionismo y Cambio Climático, lecciones de la Historia 

4 de Octubre 2023

El negacionismo de una teoría científica puede motivar a sus defensores a fortalecer su validez objetiva al impulsar investigaciones adicionales, mejorar la comunicación de la evidencia, desafiar a la comunidad científica a mantener altos estándares y destacar la importancia de la educación pública en ciencia y pensamiento crítico. La crítica y el escrutinio son esenciales […]

El negacionismo de una teoría científica puede motivar a sus defensores a fortalecer su validez objetiva al impulsar investigaciones adicionales, mejorar la comunicación de la evidencia, desafiar a la comunidad científica a mantener altos estándares y destacar la importancia de la educación pública en ciencia y pensamiento crítico. La crítica y el escrutinio son esenciales para el progreso científico y pueden contribuir a una comprensión más sólida y precisa de una teoría, siempre y cuando se base en argumentos respaldados por evidencia y se realice dentro del contexto de la metodología científica. 

El caso Galileo: Un ejemplo histórico 

Un ejemplo histórico en el que el negacionismo y la crítica contribuyeron al avance de la ciencia es el caso de Galileo Galilei y su defensa de la teoría heliocéntrica del sistema solar. En la época en que Galileo vivió (siglo XVI y XVII), la visión predominante sostenía que la Tierra estaba en el centro del universo (geocentrismo), de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica. 

Galileo, a través de observaciones astronómicas y el uso del telescopio, reunió evidencia que respaldaba la teoría heliocéntrica propuesta por Nicolás Copérnico, que afirmaba que el Sol estaba en el centro del sistema solar y que los planetas, incluida la Tierra, orbitaban alrededor de él. Su trabajo y sus observaciones, como las fases de Venus y las lunas de Júpiter, contradecían la visión geocéntrica y respaldaban la heliocéntrica. 

El trabajo de Galileo continuó influyendo en la comunidad científica y, con el tiempo, se produjo un cambio en la percepción científica predominante. Su negacionismo inicial y la controversia que generó llevaron a un mayor escrutinio de las teorías geocéntricas y finalmente a la aceptación generalizada del modelo heliocéntrico. El trabajo de Galileo y su negacionismo contribuyeron a la transición de la cosmología medieval a la cosmología moderna y ejemplifican cómo la crítica y el escrutinio pueden desempeñar un papel en el progreso científico. 

Negacionismo y cambio climático: un paralelismo contemporáneo 

El negacionismo de Galileo y el negacionismo del cambio climático difieren fundamentalmente en sus bases. Galileo respaldó la teoría heliocéntrica con sólida evidencia científica, desafiando creencias ampliamente sostenidas en su época. Con el tiempo, sus observaciones astronómicas y argumentos convincentes llevaron a la aceptación gradual de la teoría heliocéntrica en la comunidad científica. En contraste, el negacionismo del cambio climático se apoya en argumentos sin fundamento científico sólido, como la negación de la magnitud del cambio o teorías de conspiración. A pesar de los debates, la comunidad científica sigue respaldando firmemente la influencia antropogénica en el cambio climático, y la evidencia científica que lo respalda se ha fortalecido con el tiempo. 

Aceptar la realidad del cambio climático no solo es crucial desde un punto de vista científico, sino que también impulsa la innovación y la implementación de políticas ambientales sostenibles. Las energías renovables, por ejemplo, han demostrado ser competitivas tanto en términos de costo como de eficacia, alentando un cambio hacia prácticas más respetuosas con el medio ambiente. En contraste, el negacionismo solo conduce a la inacción, retrasando las medidas necesarias para abordar los desafíos climáticos actuales y futuros. 

Columna de opinión por

Javier Enrique Vargas Ramírez, ingeniero de proyectos, Centro de Cambio Global UC.