La historia de la sustentabilidad en la UC se remonta al año 1988, con la conformación de un grupo de docentes y funcionarios que buscaban ser parte de la cumbre de Río 92, entre ellos los profesores Juan Gastó y Pilar Cereceda y el director de infraestructura del momento, Hans Muhr. En los años 90 el avance se logra a nivel de investigación y en la creación de los primeros cursos y certificados académicos en temas ambientales.
El verdadero empuje y desarrollo nace de los proyectos ambientales que fueron aumentando desde iniciativas de los estudiantes de las distintas carreras. Sin Colilla, IDESUC de ingeniería, Voy en Cleta, son alguna de ellas. En el 2009 se decide formar un espacio de coordinación y acción en conjunto; El Consejo Ecológico UC (CEUC). Este consejo arma las bases de futuro con su “Propuesta Verde para una UC Sustentable” y “Propuesta para una oficina de Sustentabilidad en la UC”. En el año 2010, apoyados por la FEUC del momento, se hace esta propuesta a la Dirección Superior y la sustentabilidad se posiciona como un tema relevante en el nuevo Plan de Desarrollo 2010-2015. Los compromisos asumidos a nivel institucional fueron: la creación de una oficina de sustentabilidad, la creación de un consejo para la sustentabilidad -representado por todos los estamentos de la comunidad UC, y la creación de un primer Plan de Sustentabilidad 2011-2012. Este plan trazó la ruta de implementación de la sustentabilidad en la universidad en tres líneas: academia, operaciones y comunidad.
Quizás una buena manera de mirar el camino andado sea dividir la historia de la sustentabilidad en la UC por ciclos.
El primer ciclo de la oficina transita entre el año 2011 y el 2016. La meta de este período fue generar las condiciones mínimas para vivir la experiencia de sustentabilidad en nuestros campus. Algunas acciones y objetivos alcanzados:
- Fomentar la difusión y participación de la comunidad UC por medio de la feria de sustentabilidad, y los primeros concursos de ideas sustentables, las primeras cicletadas y la implementación de cicleteros, las forestaciones participativas, y la creación del huerto agroecológico y comunitario San Francisco.
- Consolidar el reciclaje de inorgánicos.
- Desarrollar la medición de la huella de carbono institucional.
- Lograr la ampliación y consolidación del consejo para la sustentabilidad y la generación de nuevos espacios de conversación para develar a los motivados e interesados en estos temas como el programa de agentes de cambio y el piloto del programa oficinas verdes.
En este período se realizaron saltos importantes para que la sustentabilidad se implementará en todos los rincones de la universidad. Un hito a nivel gestión de campus lo constituye el Acuerdo de Producción Limpia Campus Sustentable y el primer Reporte de Sustentabilidad 2012-2013, herramientas que nos permitieron generar un diagnóstico de nuestro desempeño ambiental y compromisos construidos participativamente, instancia fundamental para poder avanzar de mejor manera.
Un segundo hito que cabe destacar es la encíclica ecológica, Laudato Si’. Para las instituciones católica, el año 2015 es fundamental, ya que el Papa Francisco nos regala su encíclica ecológica que nos invita a sentarnos a pensar y discutir acerca de las condiciones de vida y de supervivencia de una sociedad, con la honestidad para poner en duda modelos de desarrollo, producción y consumo" (138 LS).
Finalmente, el desarrollo del segundo Reporte de Sustentabilidad cierra este ciclo, permitiéndonos comunicar nuestro progreso y metas a futuro.
El segundo ciclo, abarca desde el año 2016 hasta hoy, y nos enfrenta al desafío de construir una nueva cultura hacia la sustentabilidad. Se reafirma el compromiso institucional con la sustentabilidad desde el plan de desarrollo 2015-2020, la oficina pasa a ser una dirección y se realiza el segundo Reporte de Sustentabilidad que consolida una interpretación común de la comunidad universitaria en estos temas y nos lleva a la acción.
Hoy como Dirección de Sustentabilidad tenemos muchos desafíos y sueños. Creemos en la urgencia de este momento y en que se requiere una acción decidida para formar profesionales capaces de enfrentar y dar respuesta a los nuevos conflictos socioambientales que nos aquejan. La visita del Papa Francisco a Chile en enero de 2018 nos ratifica esta urgencia y la universidad lo asume desde sus compromisos por la paz. Aún falta mucho camino por recorrer y se requiere de una construcción colectiva para vivir una UC sustentable que impacte a nivel social y medioambiental en la formación de una cultura sustentable.