Investigación para el desarrollo de una pesquería sustentable

30 de Junio 2021

En Chile continental, desde el 2002 la pesquería, principalmente la artesanal, se ha expandido hacia los bosques de macroalgas pardas, conocidas en nuestro país como huiros, que son el hábitat de al menos unas cien especies distintas, generando una situación similar a lo que ocurre en los ambientes terrestres cuando talan los bosques. Una de […]

En Chile continental, desde el 2002 la pesquería, principalmente la artesanal, se ha expandido hacia los bosques de macroalgas pardas, conocidas en nuestro país como huiros, que son el hábitat de al menos unas cien especies distintas, generando una situación similar a lo que ocurre en los ambientes terrestres cuando talan los bosques.

Una de las líneas de investigación del Laboratorio de Ecología Submareal (SubeLab) ha estado enfocada a este tipo de ecosistema costero y sus efectos ante una pesca artesanal que venden estas macroalgas pardas como materia prima para la obtención de alginatos, que es utilizado generalmente como espesante en la industria alimentaria, cosmética y farmacéutica.

Estos bosques de macroalgas pardas se distribuyen en casi un cuarto de las costas del mundo, en las zonas templadas y frías. En Chile existen cuatro especies: el huiro negro, que se ubica en la zona de las rocas (intermareal), que es capaz de resistir el golpe directo de las olas y largos periodos de exposición al sol y desecación; el huiro canutillo flotador, se ubica bajo el agua hasta los 30 metros de profundidad, y es reconocible por su gran longitud y su estructura flotadora.

Por su parte, el huiro palo, está presente bajo el mar en gran parte de la costa de nuestro país formando extensos bosques. Esta alga es más rígida que las primeras debido a su estructura y denso follaje. Finalmente, es posible reconocer al cochayuyo, muy conocido por su uso culinario. Sin embargo, son los tres primeros los que son extraídos para elaborar alginato.

La importancia de conservar y generar un escenario sustentable para la extracción de estas macroalgas es que estos bosques funcionan como hábitat, zonas de reproducción y alimentación para cientos de especies. Además, secuestran carbono, producen oxígeno, sustentan otras pesquerías y actúan como barreras ante el impacto del oleaje en las costas.

Cuando los pescadores sacan estas algas, las extraen desde el disco, es decir, dejan espacio para que una nueva alga crezca en ese lugar, ya que, si las cortan, estas no vuelven a crecer. Esta condición se da con el huiro negro y el huiro palo, pero se ha visto que el primero de estos crece mucho más rápido que el segundo. Sin embargo, el huiro de mayor desarrollo es el canutillo flotador, el cual se puede cortar y existen diversas estrategias, que se han estudiado en otros países, que permiten una cosecha con una recuperación mayor.

De esta manera, SubeLab, en un proyecto de colaboración internacional con Inglaterra, Chile y Perú (financiado por NERC (Natural Environment Research Council) y ANID) busca entender los efectos de la explotación sobre estos bosques a partir de información desde la genética de poblaciones, mediante análisis de conectividad y paternidad de algas, hasta la ecología de estos ecosistemas (resiliencia y recuperación) específicamente del huiro palo.

A partir de los monitoreos en las áreas de manejo (porciones de mar administradas por pescadores) donde se evaluó el estado de las macroalgas pardas, el laboratorio en conjunto con el IFOP (Instituto de fomento pesquero), publicó un artículo (ver aquí) que ha descrito que aquellos bosques que están siendo explotados están volviéndose más jóvenes, pero aún, no se tiene certeza de cuál es el efecto de esta juvenilización sobre las especies asociadas o sobre su rol como productores primarios, que también son otras interrogantes que abarca este proyecto. Por otro lado, se están desarrollando experimentos, que buscan evaluar el tiempo y los factores que determinan la recuperación ante un evento de cosecha en diferentes lugares de Chile.

Por Catalina Ruz y Alejandro Pérez Matus

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