Columna de opinión: Ley Marco de Cambio Climático en Chile, los desafíos para la IES
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en su último informe ha reafirmado la evidencia del rol que ha jugado la humanidad en los cambios del sistema climático, y nos manifiesta que las acciones humanas aún pueden estabilizarlo mediante una acción de reducción sostenida y rápida de emisiones de gases de efecto invernadero para lograr […]
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en su último informe ha reafirmado la evidencia del rol que ha jugado la humanidad en los cambios del sistema climático, y nos manifiesta que las acciones humanas aún pueden estabilizarlo mediante una acción de reducción sostenida y rápida de emisiones de gases de efecto invernadero para lograr las cero emisiones netas de CO2 y limitar otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos.
Asimismo, reconoce a su vez la interdependencia del clima, la biodiversidad y las personas, lo cual requiere una integración de diversas disciplinas para la búsqueda permanente de soluciones que hagan frente a los riesgos climáticos.
Nuestro país recientemente ha dado grandes noticias en acción climática, al aprobar por el Congreso Nacional, el 9 de marzo pasado, la Ley Marco de Cambio Climático, luego de dos años de tramitación. Esta ley es un gran hito en el cuidado del medio ambiente, estableciendo una meta de carbono neutralidad al año 2050, y declarando la resiliencia como una política de Estado, lo cual permitirá trascender con una estrategia de largo plazo. La ley además plantea objetivos claros para la resiliencia y adaptación, e incorpora conceptos como la seguridad hídrica, enfoque ecosistémico, justicia climática, participación y transparencia.
Otro aspecto a destacar es la transversalidad que establece la Ley, pues si bien el Ministerio de Medio Ambiente será la autoridad en cambio climático, todas las reparticiones del Estado deberán estar involucradas en el accionar y deberán reestructurar sus políticas relacionadas a energía, transporte, entre muchas otras, para adaptarse y sumarse al desafío autoimpuesto por nuestro país.
Desde la UC, animados por el llamado que nos hace el Papa Francisco al cuidado de la Casa Común, hemos querido contribuir proactivamente a este desafío global a través de la investigación que realizan nuestros académicos, su participación en comisiones presidenciales e incluso en los grupos de científicos autores de los informes del IPCC; a través de la formación de estudiantes críticos e informados sobre la crisis socioambiental, y específicamente climática que vivimos; y también desde la coherencia interna. En el año 2019 fuimos la primera universidad chilena en declarar la Emergencia Climática, sumándonos al Race to Zero y comprometiendo carbono neutralidad al año 2038.
Nuestros esfuerzos internos por lograr la meta de carbono neutralidad propia buscan ser un ejemplo para el sector educativo y la sociedad sobre la importancia de tomar acción por el cambio climático, y celebramos energéticamente los avances en materia legislativa pues nos ayudarán a avanzar de manera firme y complementaria en esta tarea. La matriz energética se enverdecerá y ello ayudará a reducir las emisiones provenientes del consumo eléctrico, a la par que nosotros avanzaremos en eficiencia energética; la electromovilidad permeará en el transporte público y privado, y nosotros seguiremos promoviendo la adopción de los modos más sustentables de trasporte; se establecerán regulaciones y una mejor gestión sobre las cuencas hidrológicas, y nosotros avanzaremos en un mejor uso del agua; y más. El cuidado de nuestra casa común es un desafío que nos tomamos con compromiso, convicción y trabajo firme.
Columna de opinión por:
Maryon Urbina, directora de sustentabilidad UC