Columna de opinión: Superando juntos las sequías
La sequía es una de las amenazas naturales que afecta a un mayor número de personas, sociedades y ecosistemas en el mundo. Se trata de un fenómeno de lento desarrollo, cuyos límites espaciales y temporales son difíciles de identificar. Además, sus impactos son silenciosos, y no sólo se acumulan durante largos períodos de tiempo, sino que […]
La sequía es una de las amenazas naturales que afecta a un mayor número de personas, sociedades y ecosistemas en el mundo. Se trata de un fenómeno de lento desarrollo, cuyos límites espaciales y temporales son difíciles de identificar. Además, sus impactos son silenciosos, y no sólo se acumulan durante largos períodos de tiempo, sino que pueden manifestarse incluso años después de que haya concluido un evento puntual de sequía.
De acuerdo con lo reportado por la Convención para el Combate de la Desertificación de la ONU, un 60% de las muertes causadas por fenómenos meteorológicos extremos en el mundo está relacionado con las sequías, y, entre 1998 y 2017, las sequías provocaron pérdidas económicas mundiales del orden de 124 mil millones de dólares.
El cambio climático de origen antrópico aumenta los riesgos e incertidumbres generados por las sequías. Chile, un país altamente vulnerable al cambio climático, ha experimentado una sequía extremadamente severa en los últimos 13 años. En ese contexto, la conmemoración del día mundial de lucha contra la desertificación y la sequía, este 17 de junio, nos impulsa a reflexionar en torno a las brechas centrales que nos han impedido avanzar en esta materia:
- Carencia de un enfoque proactivo en la gestión de la sequía, predominando más bien políticas reactivas y de emergencia, sin medidas preventivas y adaptativas, y ausencia de articulación entre aspectos legales, institucionales, económicos, sociales y ambientales y de una planificación efectiva frente a este fenómeno, con una visión global e integradora del agua y de la cuenca hidrográfica.
- Falta de una plataforma nacional de monitoreo y seguimiento de sequías que permita su visualización, seguimiento en tiempo real y acceso a pronósticos estacionales, así como la cuantificación de índices utilizados en la definición de condiciones de severa sequía.
- Desde un punto de vista sectorial, hay dificultades para asegurar el derecho humano al agua en escenarios de sequía; incapacidad para identificar especies y cultivos con tolerancia a la sequía y entender el comportamiento agrícola; e inexistencia de modelos de planificación y operación de infraestructuras hidráulicas multipropósito con el enfoque del nexo agua-energía-alimentos.
La superación de estas brechas requiere múltiples esfuerzos y la cooperación de variados actores. Todo ello debiera confluir en tres pilares fundamentales: (1) una caracterización integrada de la sequía, que incorpore activamente las dinámicas de cantidad y calidad del agua, así como de los servicios ecosistémicos asociados; (2) una plataforma de monitoreo integrada que otorgue información para orientar la oportuna toma de decisiones y la aplicación de medidas dinámicas y flexibles; y, (3) un marco regulatorio e institucional sólido que promueva políticas públicas y acciones proactivas, incluyendo factores sociales, ambientales y económicos, entre otros.
Columna de opinión por:
Daniela Rivera, académica UC, Proyecto ANID Sequía FSEQ210018 Iniciativa UC frente a la Sequía
María Molinos, académica UC, Proyecto ANID Sequía FSEQ210018 Iniciativa UC frente a la Sequía
Sebastián Vicuña, académico UC, Proyecto ANID Sequía FSEQ210018 Iniciativa UC frente a la Sequía
Oscar Melo, académico UC, Proyecto ANID Sequía FSEQ210018 Iniciativa UC frente a la Sequía
Jorge Gironás, académico UC, Proyecto ANID Sequía FSEQ210018 Iniciativa UC frente a la Sequía