Columna de opinión: Forestar para contrarrestar el cambio climático

14 de Julio 2022

Los árboles son seres vivos que desarrollan una gran cantidad de funciones biológicas y ecológicas. Además, este tipo de plantas entregan una serie de bienes y servicios a la humanidad. Estos bienes y servicios han sido también denominados servicios ecosistémicos. Entre los servicios ecosistémicos más conocidos que hacen los árboles se encuentran los distintos productos […]

Los árboles son seres vivos que desarrollan una gran cantidad de funciones biológicas y ecológicas. Además, este tipo de plantas entregan una serie de bienes y servicios a la humanidad. Estos bienes y servicios han sido también denominados servicios ecosistémicos. Entre los servicios ecosistémicos más conocidos que hacen los árboles se encuentran los distintos productos que pueden entregar, tales como madera, leña, compuestos químicos medicinales, frutos comestibles, entre otros.

Adicionalmente, y quizás tan importante como lo anterior, los árboles producen oxígeno, elemental para el ser humano. También, absorben dióxido de carbono, reduciendo así los gases de efecto invernadero y contribuyendo a la regulación del clima. Por otro lado, los árboles aportan hábitats y alimentos para una gran cantidad de otros organismos. Finalmente, también es relevante el servicio de belleza escénica que producen los árboles, entregando así bienestar al ser humano. 

Si bien todas estas funciones pueden reconocerse en árboles que componen los bosques del planeta, los árboles ornamentales que habitan en las ciudades también contribuyen con estos servicios a la población que habita en ellas. Sin embargo, la humanidad en general también se ve beneficiada por éstos, especialmente en lo que respecta a la producción de oxígeno y a la captura y fijación de carbono. 

La Pontificia Universidad Católica de Chile, así como algunas otras instituciones del país, se ha planteado como objetivo contribuir de manera activa a la reducción de la emisión de carbono, o a la compensación de la emisión, buscando alcanzar en un futuro la carbono-neutralidad. Es por esto, que la conservación e incremento del arbolado urbano de los campus de la universidad, puede contribuir de manera importante a la absorción de carbono y así al objetivo de carbono-neutralidad. En las próximas semanas, la universidad desarrollará un proceso de forestación en el campus San Joaquín. Este proceso además se realizará con especies nativas de la zona central del país. De esta manera, la universidad estará acercándose más a la meta de carbono-neutralidad que se propuso alcanzar el año 2038. Adicionalmente, al emplear especies nativas en su flora urbana, la universidad contribuye a la conservación ex – situ de la flora de Chile. Este tipo de acciones son muy importantes en la actualidad para contrarrestar el fenómeno de cambio climático, y por ello la universidad será un ejemplo a seguir por otras instituciones públicas y privadas.

Columna de opinión por Pablo Becerra, académico Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC