La huerta comunitaria de los vecinos del Barrio San Borja

La comunidad del Barrio San Borja vivió en primera persona lo que significó ser parte de la llamada Zona Cero durante el Estallido Social. Un sector que se vio afectado por las manifestaciones en donde sus habitantes tuvieron que vivir encerrados en sus hogares. Luego, llegó la pandemia y las cuarentenas obligatorias no permitían salir a la calle.

Sin embargo, el regreso paulatino a la normalidad levantó una inquietud de los vecinos y vecinas de la torre 25 del Barrio San Borja: tener su propio huerto comunitario. Una necesidad que el área de Vinculación y Desarrollo Comunitario de la Dirección de Sustentabilidad UC logró enmarcar dentro de la línea de acción de medio ambiente.

“Fue una inquietud de la comunidad de la Torre 25 del Barrio San Borja, cercana al campus Casa Central UC, pensando en dar vida a un espacio de encuentro y de alimentación”, explica Felipe Rivas, coordinador del área de vinculación y desarrollo comunitario de la Dirección de Sustentabilidad. A lo que agrega: “Es un trabajo colaborativo junto a los vecinos y vecinas en donde ellos se comprometen a hacerse cargo de este espacio”.

Por su parte, Sigrid Huenchuñir, administradora de la Torre 25 del barrio San Borja, afirma que: “Hace tiempo teníamos ganas de hacer algo así y creemos que la gente se va entusiasmar cuando vea resultados”

Este espacio tiene una extensión de 6 metros cuadrados, divididos en dos bancales, en donde se sembraron diferentes especies con un sentido de policultivo que va ligado a la agroecología. “La idea es generar una asociación de cultivos y un nicho de biodiversidad. Además, se busca promover, mantener y condicionar un suelo vivo y sano para sostener su carga nutricional”, explica Marcos Muñoz, encargado de operaciones de la Dirección de Sustentabilidad UC.

Dentro de las especies que se plantaron en la Huerta Comunitaria de la Torre 25 del barrio San Borja se encuentran habas, acelgas, zanahorias, lechugas, ajo, puerro y betarragas. Una elección que se dio por la temporada, y que contó con la validación de la comunidad puesto que se generará una rotación de cultivos de acuerdo a la temporalidad de los alimentos.

Felipe Rivas afirma que, dependiendo de la experiencia y resultados de esta iniciativa, se podría replicar esta experiencia si las comunidades vecinas de otros campus levantan esta necesidad de contar con su propia huerta comunitaria.