Columna de opinión: Suelos, en búsqueda de los secretos bajo nuestros pies 

La simple pronunciación de la palabra “suelo” conlleva a diversas y diferentes interpretaciones y significados, lo cual es preocupante si consideramos que el suelo es un ecosistema en sí mismo que nos ha proporcionado por siglos más del 95% de los alimentos que consumimos. Es donde se deposita la historia, tanto antigua como moderna; de donde se obtienen fibras y materias primas; y donde existe el 25% de la biodiversidad planetaria, dejando un vasto abanico de posibilidades microbiológicas por descubrir.  

Las funciones del suelo son procesos biológicos, geoquímicos y físicos que tienen lugar en el suelo y que producen servicios ecosistémicos, los cuales son beneficios socioambientales para el ser humano, incluyendo, entre otros, la provisión de alimentos, materias primas, medicamentos y agua, así como beneficios culturales. Conociendo esto y la frecuente ocurrencia de incendios forestales, nos preguntamos: ¿Qué les sucede a los suelos al exponerse a altas temperaturas en incendios forestales? ¿Son capaces de recuperar esas funciones? ¿Qué podemos hacer para recuperar y proteger los suelos?  

Probablemente varias de estas preguntas están parcialmente abordadas en estudios nacionales e internacionales, las cuales podríamos profundizar en una segunda columna, quedando múltiples desafíos, considerando el gran avance en tecnologías y especialmente las herramientas de inteligencia artificial. Sin embargo, estos avances en el conocimiento se ven mermados por la inexistencia de una Ley de Suelos en Chile. El proyecto de Ley Marco de Suelos, ingresado al Congreso Nacional en noviembre de 2021 como moción parlamentaria, está a la espera de que el ejecutivo presente las indicaciones suficientes para establecer una institucionalidad que pueda contribuir con la elaboración y evaluación de la política nacional para la gestión sostenible del uso del suelo y la estrategia nacional de gestión sostenible del suelo; administrar el sistema nacional de información, clasificación, monitoreo y evaluación de suelos, cuya información y generación de conocimiento científico permitirán aumentar el conocimiento público del suelo, sus funciones y servicios ecosistémicos.  

Es deseable que esta institucionalidad considere y vincule la información y propuestas provenientes del sistema de participación ciudadana mediante comisiones macrozonales; coordinando y evaluando los instrumentos de planes de gestión sostenible de suelos; y definiendo los mecanismos de creación, términos de acción y la extensión territorial de dichos planes; y finalmente coordinar y evaluar los instrumentos de fomento e incentivos que permitan avanzar hacia la gestión sostenible de los suelos. Gran parte de estos “deseos” para la institucionalidad es el resultado de un arduo trabajo de científicas/os y profesionales vinculados estrechamente a los suelos. En conclusión, los suelos son fundamentales, y si se ven afectados en múltiples aspectos por incendios forestales, lo que hace más urgente la necesidad de una Ley Marco de Suelos para Chile. 

El suelo no es solo tierra bajo nuestros pies, guarda secretos, nos permite vivir y es un ecosistema vivo que merece nuestra atención y protección. 

Columna de opinión por Mónica P. Antilén Lizana, académica Facultad de Química y de Farmacia UC & Instituto para el Desarrollo Sustentable UC; presidenta Sociedad Chilena de la Ciencia del Suelo, SChCS.