UC se consolida como líder en sustentabilidad en Chile y tercera en Latinoamérica según Ranking QS 2026

20 de Noviembre 2025

La Pontificia Universidad Católica de Chile destaca como referente regional en sustentabilidad, liderando en Chile y alcanzando el tercer lugar en América Latina según el QS Sustainability Ranking 2026, que reconoce a las instituciones que impulsan soluciones frente a los desafíos ambientales y sociales. Esta medición internacional evalúa a las instituciones de educación superior en […]

La Pontificia Universidad Católica de Chile destaca como referente regional en sustentabilidad, liderando en Chile y alcanzando el tercer lugar en América Latina según el QS Sustainability Ranking 2026, que reconoce a las instituciones que impulsan soluciones frente a los desafíos ambientales y sociales. Esta medición internacional evalúa a las instituciones de educación superior en tres dimensiones clave: impacto ambiental, impacto social y gobernanza, con el objetivo de identificar a las universidades que lideran los esfuerzos frente a los desafíos globales relacionados con medio ambiente, equidad y gestión responsable. 

En su cuarta edición, el QS Sustainability Ranking incluyó a 2.001 universidades de todo el mundo, lo que representa un aumento significativo respecto a las 1.751 del año anterior. En este contexto, la UC alcanzó el puesto 212 a nivel global, con un puntaje total de 82,8 puntos, mejorando su desempeño respecto a 2025 (80,7 puntos), manteniéndose en el top 10% mundial, consolidando su liderazgo en sustentabilidad. 

Para la medición 2026, el ranking QS Sustainability incluyó a 2.001 universidades de todo el mundo, lo que representa un incremento del 14% respecto de la versión anterior. Fotografía César Dellepiane.

Francisco Gallego, prorrector de gestión institucional de nuestra casa de estudios afirmó que: “Nos alegra que este tipo de indicadores visibilicen el trabajo de la UC. Como hemos recalcado queremos ser una universidad que contribuya a la transformación desde nuestra identidad y desde nuestra naturaleza universitaria. Esta métrica es muy interesante porque justamente mira la sustentabilidad en un sentido amplio y desde una mirada universitaria. Por ello, este reconocimiento refleja una visión que integra la formación, la investigación, creación, reflexión, servicio y la gestión institucional para generar impacto positivo. Liderar en Chile y estar entre las mejores de América Latina confirma que vamos por el camino correcto hacia contribuir al desarrollo sostenible”. 

Fortalezas en impacto social y gobernanza

El desempeño de la UC destaca especialmente en la dimensión Impacto Social, sobresaliendo en subdimensiones como “Intercambio de conocimiento”, “Empleabilidad y oportunidades” y “Equidad”. Asimismo, la variable Gobernanza alcanzó 91,6 puntos, lo que evidencia la solidez de las políticas institucionales en transparencia, ética y participación. 

En Impacto Ambiental, la UC logró un rendimiento sobresaliente en investigación medioambiental y educación en sustentabilidad. Estos resultados confirman el compromiso de la universidad con la formación y generación de conocimiento orientado a enfrentar los desafíos climáticos. 

“El ranking QS Sustainability 2026 evidencia el sólido desempeño de la UC en áreas clave como impacto social desde la actividad universitaria y gobernanza, donde alcanzamos puntajes sobresalientes. Estos resultados reflejan una estrategia que combina excelencia académica, compromiso con el desarrollo social y acciones concretas para avanzar en sostenibilidad ambiental”, explica Francisco Gallego. 

En Chile y América Latina 

En el contexto nacional, la UC lidera por cuarto año consecutivo el ranking, seguida por la Universidad de Concepción (352) y la Universidad de Chile (479). Más atrás se ubican la Universidad Santiago de Chile (670) y la Universidad Andrés Bello (721). 

A nivel latinoamericano, la UC se mantiene en el top 3 regional, detrás de las brasileñas, Universidad de São Paulo (puesto 90) y la Universidade Estadual de Campinas (208). Esta posición consolida a la UC como referente en sustentabilidad en la región. 

“Estos resultados -del ranking- reflejan una estrategia que combina excelencia académica, compromiso con el desarrollo social y acciones concretas para avanzar en sostenibilidad ambiental”, explica Francisco Gallego, prorrector de gestión institucional UC. Fotografía César Dellepiane.

Desafíos y proyecciones 

Los avances obtenidos en el QS Sustainability Ranking 2026 son reflejo del compromiso institucional con la sustentabilidad y marcan una hoja de ruta para seguir creciendo. El desafío ahora es profundizar las políticas y acciones que fortalezcan el impacto ambiental, consolidar iniciativas que promuevan la equidad y la inclusión, y continuar desarrollando proyectos que integren la sustentabilidad en todos los ámbitos de la vida universitaria. La UC trabaja para que cada paso en esta dirección se traduzca en beneficios concretos para la comunidad y el entorno. 

En este escenario, el prorrector Gallego señala que “como hemos recalcado muchas veces, nuestro compromiso universitario no se mueve por posiciones en rankings, aunque nos alegra que se reconozca nuestro trabajo, en ese sentido este reconocimiento es un hito en nuestro camino de contribuir a la transformación de la sociedad y que eso se refleje en nuestro trabajo. Más aún en este caso la sustentabilidad es un tema central de nuestro sello como universidad católica que busca desarrollar un compromiso con el cuidado de la Casa Común, como nos invitó el Papa Francisco en Laudato Si.” 

La UC reafirma su liderazgo en sustentabilidad y su compromiso con la formación integral, la investigación y la gestión responsable. Estos resultados son fruto de un trabajo colaborativo entre distintas unidades académicas y administrativas, orientado a generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. 


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Primera versión de Enredadera: más sustentabilidad en la UC

19 de Noviembre 2025

La actividad, organizada por iniciativas estudiantiles sustentables, reunió a nueve colectivos con talleres, música en vivo y espacios de aprendizaje para promover prácticas más conscientes dentro de la comunidad universitaria.   Con el objetivo de abrir nuevos espacios de educación y participación en torno a la sustentabilidad, este miércoles 19 de noviembre entre las 13:30 […]

La actividad, organizada por iniciativas estudiantiles sustentables, reunió a nueve colectivos con talleres, música en vivo y espacios de aprendizaje para promover prácticas más conscientes dentro de la comunidad universitaria.  

Con el objetivo de abrir nuevos espacios de educación y participación en torno a la sustentabilidad, este miércoles 19 de noviembre entre las 13:30 y 15:00 horas se realizó la primera versión de la Feria Enredadera, a pasos del Hall Universitario, encuentro que reunió a diversas iniciativas estudiantiles comprometidas con fomentar prácticas sustentables dentro de la UC.  

La instancia permitió reunir a nueve organizaciones estudiantiles sustentables, quienes instalaron stands informativos, desarrollaron talleres interactivos y ofrecieron distintas dinámicas con premios para quienes participaron y muchas sorpresas. El ambiente estuvo acompañado de música en vivo, a cargo de la cantante independiente Josefina Zapata y se cerró con un segundo bloque de talleres. 

La artista interpretó distintas canciones que acompañaron la jornada, creando un ambiente acogedor y lleno de energía durante la primera Feria Enredadera.

Sobre el origen de esta feria, Matilda Torres, vicepresidenta externa de La Raíz y una de las encargadas para organizar el encuentro señaló que esta feria nació a partir de la necesidad de poder generar más instancias colaborativas entre los estudiantes y la comunidad universitaria en torno a la sustentabilidad y cómo la gente puede aprender más sobre esta.  

“Nosotros estamos buscando continuidad de estas ferias, pero de aquí en adelante ya tenemos una base para trabajar (…) como estudiantes creo que es necesario que todos sepamos más o menos que estamos en un periodo complicado climáticamente hablando y que sí tenemos un impacto. Al final lo importante es crear conciencia de lo que está pasando” dijo Matilda. 

La jornada estuvo marcada por su alta participación y buen recibimiento por parte de la comunidad universitaria.

Por su parte, Tamara Salinas, coordinadora de proyectos de los colectivos presentes, destacó el valor que este tipo de instancias aporta a la comunidad y extendió la invitación a participar en futuras ediciones. 

En esa línea señaló que: “El objetivo final de esta feria es concientizar a las personas respecto a que hay muchas maneras de vivir la sustentabilidad. Es un estilo de vida en el que uno es más consciente de que los actos tienen consecuencias. Así que es por eso que intentamos cuidarlo, aunque sea con estas pequeñas acciones y así poner nuestro granito de arena en lo que es conservar el futuro de todos”. 

Los estudiantes podían canjear distintos premios luego de pasar por los stands y participar en las distintas dinámicas.

Finalmente, Ricardo Monsalve, también parte del equipo organizador, destacó que aún existen pocas instancias para dialogar sobre sustentabilidad y medioambiente dentro de la comunidad universitaria. En ese sentido, explicó que la Feria Enredadera nació precisamente con la intención de tejer una red entre las distintas iniciativas estudiantiles. “Al final, todos nos ponemos la capa por el mismo motivo: cuidar el planeta”, afirmó. 


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Universidades y la COP30

Este año se realiza la COP30, se realiza en Belém do Pará, Brasil, y la presencia de las universidades se concreta con delegaciones de académicos, investigadores, profesionales y representantes estudiantiles. Su presencia busca aportar evidencia científica, buenas prácticas de gestión universitaria y nuevas voces que fortalezcan la incidencia climática desde la educación superior. La cumbre, […]

Este año se realiza la COP30, se realiza en Belém do Pará, Brasil, y la presencia de las universidades se concreta con delegaciones de académicos, investigadores, profesionales y representantes estudiantiles. Su presencia busca aportar evidencia científica, buenas prácticas de gestión universitaria y nuevas voces que fortalezcan la incidencia climática desde la educación superior. La cumbre, que reúne a gobiernos, sociedad civil, organismos multilaterales, jóvenes y sector privado, se celebra durante noviembre de 2025 en el corazón de la Amazonía, uno de los territorios más estratégicos del planeta en la lucha contra la crisis climática. 

La Conferencia de las Partes (COP) es la instancia política más relevante del sistema internacional para avanzar en la implementación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). Su mandato central es promover la “estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero” y evitar impactos peligrosos en el sistema climático derivados de la actividad humana. En estas negociaciones se han adoptado acuerdos decisivos como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París; hoy, la COP es el espacio donde se discuten metas de reducción de emisiones, reglas para los mercados de carbono, financiamiento climático, métricas de adaptación y medidas para la resiliencia comunitaria. 

Como explica Fabrice Lambert, académico del Instituto de Geografía UC y experto en cambio climático, en la COP convergen los grandes ejes que han marcado históricamente la agenda: transición energética, abandono de combustibles fósiles, resiliencia y adaptación, y financiamiento. En el contexto latinoamericano, agrega, la realización de la cumbre en la Amazonía vuelve aún más urgente debatir sobre protección de ecosistemas, derechos indígenas y las prioridades de adaptación que atañen a la región. 

En esta versión se espera que la discusión internacional esté marcada por la presentación de las nuevas NDC 3.0, la implementación del nuevo objetivo colectivo de financiamiento y destrabar asuntos pendientes del Artículo 6. Fotografía: Joshua A. Bickel / Associated Press.

Ejes clave para la COP30 

En esta edición se espera que la discusión internacional esté marcada por decisiones trascendentales: la presentación de las nuevas NDC 3.0 (compromisos nacionales de reducción de emisiones al 2035), la implementación del nuevo objetivo colectivo de financiamiento —que debiera alcanzar al menos USD 300 mil millones anuales y escalar progresivamente hacia USD 1,3 billones— y la necesidad de destrabar asuntos pendientes del Artículo 6, crucial para contar con mercados de carbono robustos y creíbles. 

Además, el contexto regional añade un elemento sensible: el debate interno en Brasil sobre el equilibrio entre la explotación de combustibles fósiles y la obligación de frenar la deforestación amazónica. Para Sebastián Vicuña, director del Centro de Cambio Global UC, estos elementos volverán especialmente complejo el escenario político, pero también abren oportunidades para que la evidencia científica oriente decisiones más ambiciosas, sólidas y transparentes. 

En ese marco, la academia adquiere un rol fundamental. Vicuña destaca que el sistema científico ha sido históricamente un motor de las negociaciones climáticas: desde el primer informe del IPCC en 1990, que dio origen a la propia CMNUCC, hasta los reportes especiales que han moldeado la ambición del Acuerdo de París. Hoy, dice, la contribución más relevante de las universidades incluye producir información verificable para definir hojas de ruta sectoriales costo-efectivas, evaluaciones ex ante y ex post de los compromisos climáticos, análisis de brechas de mitigación, adaptación y financiamiento, y estándares técnicos para asegurar integridad ambiental en los mecanismos internacionales. “La investigación científica puede proveer una infraestructura de evidencia que oriente a los equipos negociadores y permita decisiones alineadas con el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 °C”, señala. 

El rol de la UC y la fuerza de la educación superior en la acción climática 

Sebastián Vicuña destaca que participar en la COP permite que el conocimiento generado en centros de investigación universitarios llegue a quienes lo necesitan, como los países que negocian, pero también a las organizaciones y los territorios que deben implementar soluciones. Su llamado es claro: Chile, y la UC en particular, tiene la oportunidad de consolidar un liderazgo regional aportando evidencia rigurosa, metodologías reproducibles y análisis comparativos que faciliten decisiones más justas y coherentes con el Acuerdo de París. 

La UC también participa activamente este año en paneles y espacios de articulación y discusión con otras instituciones de educación superior de América Latina y el mundo, tanto en la zona azul como en la zona verde (programación de sociedad civil). Para Maryon Urbina, directora de sustentabilidad UC, esta presencia es estratégica: “Las instituciones de educación superior, debemos seguir sacando una voz fuerte en torno a la necesidad de que los tomadores de decisiones se basen en ciencia. Por otro lado, tenemos la oportunidad de usar la plataforma COP para posicionar también el trabajo que realizamos en las universidades – y en particular en la UC- en torno a la propia coherencia de las instituciones con la reducción de emisiones y carbono neutralidad, y todos los procesos académicos y de investigación asociados a este desafío. Y, por último, existe una gran oportunidad de vincular la conversación sobre acción climática con nuestras comunidades, para generar consciencia climática y acercar a nuestros estudiantes a conversaciones internacionales que representan una gran oportunidad de aprendizaje y creación de redes para la colaboración”. 

Maryon Urbina, directora de sustentabilidad UC (tercera de izquierda a derecha), participó en el pabellón “Ciencia para acción climática: desafios y oportunidades de la investigación en las Universidades”.

Maryon Urbina destaca además el valor de las redes internacionales que permiten amplificar la voz de las universidades. La UC participa junto a la Universidad de los Andes (Colombia) y el Tecnológico de Monterrey en la red La Tríada, cuyo grupo de trabajo en sostenibilidad ha desplegado un activo rol colaborativo durante la COP. A esto se suma su trabajo dentro de la International Sustainable Campus Network (ISCN), que —gracias al liderazgo del Tec de Monterrey— logró establecer en esta COP un Pabellón para la Acción Climática desde la Educación Superior, un espacio que reúne durante dos semanas paneles y presentaciones de decenas de universidades del mundo, incluyendo la UC. 

“Es un lugar donde podemos mostrar nuestro trabajo, aprender con otros y reflexionar sobre desafíos comunes. Más allá del país, las universidades enfrentan dilemas muy similares, por lo que necesitamos conexiones globales para fortalecer nuestra acción”, agrega Urbina. 

La UC en la COP30: un diálogo global con impacto local 

La presencia de la UC en Belém refleja una convicción institucional: las universidades son actores indispensables para cerrar brechas entre ciencia, política pública y sociedad. La investigación orienta decisiones; la formación universitaria crea capacidades; y los campus, como espacios de experimentación, permiten demostrar en la práctica cómo avanzar hacia la carbono neutralidad y la resiliencia. 

Vicuña, sostiene que la COP30 recordará, una vez más, que sin ciencia no hay negociación climática creíble, ni hoja de ruta segura para enfrentar el calentamiento global.  En un año marcado por decisiones críticas -nuevas metas, nuevas reglas, nuevos financiamientos—, la participación de la UC reafirma el rol transformador de las universidades en un desafío que exige cooperación, evidencia y acción multiescalar. Desde la Amazonía hasta los campus en Chile, la apuesta es la misma: contribuir a un futuro climáticamente justo, informado y sustentable. 


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Columna de opinión: La participación estudiantil que las COP aún no entienden

18 de Noviembre 2025

El año 2015, la firma del Acuerdo de París desencadenó una aceleración global en labúsqueda de soluciones para mantener la temperatura bajo los 2°C. Hoy, con la COP30acercándose en Belém en noviembre de 2025, y a casi una década de aquel acuerdo,es necesario preguntarse qué tan reales han sido estos avances. El futuro del planeta […]

El año 2015, la firma del Acuerdo de París desencadenó una aceleración global en la
búsqueda de soluciones para mantener la temperatura bajo los 2°C. Hoy, con la COP30
acercándose en Belém en noviembre de 2025, y a casi una década de aquel acuerdo,
es necesario preguntarse qué tan reales han sido estos avances.

El futuro del planeta sigue negociándose en espacios como la Conferencia de las Partes,
instancias que por su magnitud e impacto deberían orientar la acción climática global.
Sin embargo, detrás de los comunicados oficiales surge una pregunta que muchos
jóvenes nos hacemos: ¿quiénes están realmente tomando las decisiones que definirán
nuestro mañana? Como estudiante involucrado en temas de sustentabilidad y en
procesos internacionales recientes, la respuesta no es sencilla.

Soy parte de la International Forestry Students Association (IFSA), una red global con
presencia en la UC a través del comité local Los Chaguales del Mediterráneo. Desde el
año pasado, asistir a la COP30 se volvió uno de mis principales objetivos, no para
cumplir un deseo personal, sino para representar la voz de los estudiantes
latinoamericanos y observar de cerca las negociaciones. En ese camino apareció una
contradicción evidente: la brecha de acceso. Una brecha que separa el compromiso
juvenil de la posibilidad real de incidir, incluso cuando en la universidad se nos enseña
que la urgencia climática es ahora.

El problema no es la falta de voluntad estudiantil, sino un conjunto de barreras que
termina produciendo una exclusión bastante evidente. Ahorrar durante un año para
costear alojamientos imposibles, enfrentar burocracias que cambian constantemente
o depender de información que circula por canales privados no debería ser parte del
camino para participar en estos espacios. Incluso con el respaldo de una organización
global como IFSA, sentí que algo no cuadraba y que no podía ser tan difícil participar en
un evento que, en esencia, trata sobre nuestro futuro. Es importante reconocer el
mérito de iniciativas como Youth4Nature, GYBN y de los delegados de IFSA que logran
superar estos obstáculos año tras año, porque su presencia demuestra el liderazgo
juvenil que existe, pero también muestra que siguen siendo excepciones dentro de un
sistema de acceso desigual.

El rol de los estudiantes y las juventudes en la acción climática global va mucho más
allá de la etiqueta de “generación futura”. Somos agentes de acción en el presente.
Aportamos visión de largo plazo, conocimiento técnico actualizado desde la academia
y, sobre todo, una conexión directa con los territorios que viven las injusticias climáticas. El desafío no es motivar a la juventud, sino remover las barreras que limitan su aporte.


¿Qué aporta realmente un estudiante en estos procesos? Bueno, lo que aporta es
directamente una perspectiva intergeneracional que los ciclos políticos no alcanzan a
capturar. Por eso me hace sentido la campaña del Global Landscapes Forum, la entiende que la juventud está actuando desde lo local: en voluntariados, en proyectos comunitarios y en la búsqueda de soluciones concretas que no pueden quedar solo en la academia.

Pero ese compromiso no basta si los mega eventos mantienen una rigidez logística y
económica que filtra quién entra y quién no. Si incluso estudiantes con acceso a redes
universitarias sienten que la información y los costos los dejan fuera, ¿cuántos líderes
potenciales del Sur Global quedan silenciados? Este filtro socioeconómico contradice el
principio de inclusión que la acción climática requiere.

Para que la participación estudiantil sea real, los procesos internacionales tienen que
hacer ajustes profundos. No basta con decir que facilitan espacios, deben
democratizarlos de verdad. Esto incluye fondos de apoyo transparentes, información
centralizada y mecanismos donde las propuestas juveniles tengan incidencia directa y
no queden relegadas a documentos paralelos. Pienso en todo esto con plena
conciencia de los privilegios que me permiten escribirlo, y justamente por eso creo que
es urgente mirar más allá. La lucha contra la crisis climática también es una lucha por
la equidad. Si los foros que buscan “salvar el mundo” no garantizan la presencia de una
juventud diversa y comprometida, su legitimidad y su impacto real se vuelven frágiles.
La acción climática no puede seguir siendo un privilegio y esto debería ser una
motivación más para seguir ejerciéndola. Ir a la COP no debería ser tan difícil. Si estas
barreras se mantienen, ¿estamos realmente tomando decisiones para el futuro?.

Columna de opinión escrita por Agustín Coddou, estudiante de Ingeniería Forestal UC e integrante de International Forestry Students Association (IFSA)


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UC refuerza su compromiso territorial con 3 ferias de salud realizadas durante el 2do. semestre 

17 de Noviembre 2025

La Dirección de Sustentabilidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile reafirmó su vínculo con las comunidades vecinas a través de tres Ferias de Salud que llevaron atención preventiva y actividades educativas a los barrios cercanos a los campus San Joaquín, Oriente y Casa Central. Las actividades se desarrollaron en espacios comunitarios y contaron con […]

La Dirección de Sustentabilidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile reafirmó su vínculo con las comunidades vecinas a través de tres Ferias de Salud que llevaron atención preventiva y actividades educativas a los barrios cercanos a los campus San Joaquín, Oriente y Casa Central. Las actividades se desarrollaron en espacios comunitarios y contaron con la participación de estudiantes de más de 10 carreras del área de la salud junto al voluntariado de Estudiantes Comprometidos con la Sustentabilidad (ECOS).  

Barrio El Aguilucho, campus Oriente: salud, comunidad y bazar parroquial 

La primera feria de este ciclo se llevó a cabo el sábado 4 de octubre en colaboración con la Parroquia Santa Bernardita, ubicada en las cercanías del campus Oriente. En la jornada participaron estudiantes de diversas carreras del área de la salud y voluntarios  ECOS, quienes contribuyeron activamente al desarrollo de las actividades. 

La instancia fue muy bien recibida por los vecinos, quienes agradecieron y destacaron estas oportunidades que fortalecen el bienestar comunitario. 

Además, la feria se realizó en conjunto con el bazar parroquial mensual, espacio de venta de artículos de segunda mano cuyos fondos se destinan al apoyo de familias vulnerables del sector y a la entrega de alimentos a personas en situación de calle. ECOS, por su parte, colaboró en la difusión y convocatoria, invitando a los vecinos a sumarse a estas iniciativas de bienestar. 

Se ofrecieron servicios preventivos y actividades informativas para nuestros vecinos y vecinas.

En esta ocasión, estuvo presente el CESFAM el Aguilucho, ofreciendo vacunación gratuita contra la influenza y el neumococo, vacunándose a 8 personas. 

Según la encargada de participación del CESFAM El Aguilucho, “Estas instancias son valiosas y enriquecedoras para la comunidad, ya que el acercar los servicios de salud y de prevención potencian y ayudan a fortalecer a la comunidad”. 

Feria en parque Marathon, campus San Joaquín: salud preventiva y jornada de zumba comunitaria  

La segunda feria se realizó el jueves 23 de octubre en el Parque Marathon, ubicado en las cercanías del campus San Joaquín. Durante la jornada, el stand de Kinesiología UC se robó las miradas al desarrollar una entretenida actividad junto a los vecinos y vecinas del sector, invitándoles a participar en una clase de zumba para promover la movilidad y la vida activa. La propuesta surgió de los propios estudiantes, quienes buscaron aportar con una instancia dinámica y participativa dentro de la feria. 

Estudiantes de Terapia ocupacional, Medicina, Fonoaudiología, Kinesiología y Nutrición y Dietética estuvieron presentes en la jornada, marcada por su alta convocatoria.  

Plaza El Pedregal, campus Casa Central: vacunación, test rápidos y asesorías legales 

Finalmente, el sábado 8 de noviembre, en la plaza El Pedregal se llevó a cabo la última feria de salud de este ciclo. En esta instancia participaron las escuelas de Medicina, Trabajo Social y Derecho, que junto a sus docentes y estudiantes entregaron asesorías gratuitas en materias legales y en diversos programas sociales para las vecinas y vecinos. 

La incorporación de las carreras de Derecho y Trabajo Social permitió ampliar la oferta de servicios disponibles en las Ferias de Salud.

El encuentro contó con la participación de estudiantes de diversas carreras del área de la salud, docentes y voluntarios de los programas ECOS y Muévete por la Salud. Además, funcionarios del CESFAM Padre Orellana ofrecieron vacunación gratuita contra la influenza y Neumo 23 para personas mayores de 65 años, junto con la toma de test rápido de VIH y la realización de Exámenes de Medicina Preventiva (EMPA). 

La jornada estuvo marcada por las distintas actividades lúdicas que se llevaron a cabo en cada stand. Además, las estudiantes del voluntariado de la Escuela de Medicina UC, Muévete por la Salud realizaron una charla informativa para la prevención del cáncer de mama y Virus del Papiloma Humano (VPH) 

La charla sobre prevención tuvo buen recibimiento por parte de nuestras vecinas quienes agradecieron la instancia.

Sobre esto, Sonia Riquelme, presidenta de la junta de vecinos del barrio San Borja, dijo que: “Estas ferias son muy importantes para nuestros vecinos (…) Siempre estamos colaborando con la Universidad Católica, y la relación que hemos construido con ellos ha sido muy positiva”. 

Expansión territorial y colaboración universitaria al servicio de la comunidad 

Este 2025 se desarrollaron seis ferias de salud, en contraste con las cuatro que realizadas anualmente. Además de las dos ferias tradicionales en San Joaquín y Casa Central, este año se ampliaron nuevos espacios, incorporando Campus Oriente y generando así más oportunidades de interacción y colaboración entre estudiantes y comunidades vecinas. Este ciclo reunió a 303 estudiantes de diversas carreras y benefició a 339 vecinas y vecinos a través de jornadas orientadas al bienestar y la prevención. 

Adicionalmente, se ha podido consolidar la participación y aporte de actores UC como el Centro de Estudiantes de Derecho, bajo la tutela de la Clínica Jurídica UC; la Escuela de Trabajo Social, a través del curso “Sistemas de Protección Social” y la colaboración e instituciones externas, como los Centros de Salud Familiar pertinentes a los vecindarios con los que colaboramos. 

Finalmente, sobre esto, Felipe Ávalos, coordinador de Vinculación y Desarrollo Comunitario de la Dirección de Sustentabilidad UC señaló que: “Las Ferias de Salud se han consolidado como espacios de encuentro e interacción entre estudiantes UC y vecinos, no sólo a través de los stands regularmente instalados, sino que han surgido instancias para el desarrollo de investigaciones de pregrado, estudios del área de Vinculación y Desarrollo Comunitario, además de oportunidades de voluntariado. Y en ese sentido, el potencial de este tipo de eventos aún está por explorarse”. 


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La UC es reconocida por cumplir el II Acuerdo de Producción Limpia en sus cinco campus

5 de Noviembre 2025

La Pontificia Universidad Católica de Chile recibió la certificación por el cumplimiento del Acuerdo de Producción Limpia II de educación superior sustentable, que acredita su compromiso con la gestión ambiental y la acción climática en todos sus campus. El reconocimiento fue entregado durante el VI Encuentro Latinoamericano de Sustentabilidad, realizado en campus Casa Central UC.

La Pontificia Universidad Católica de Chile fue distinguida por haber cumplido con el II Acuerdo de Producción Limpia II (APL II) de educación superior sustentable, certificación que acredita su compromiso institucional con la gestión ambiental, la eficiencia en el uso de recursos y la acción climática en sus cinco campus. 

El reconocimiento fue entregado en el marco del VI Encuentro Latinoamericano de Sustentabilidad “Educación Superior y su rol en la acción climática”, realizado en campus Casa Central UC. La ceremonia reunió a autoridades universitarias, representantes del sector público y privado, y a miembros de la Red Campus Sustentable y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, entidades que lideraron este acuerdo a nivel nacional. 

Un compromiso que se consolida 

El Acuerdo de Producción Limpia (APL) es un instrumento de gestión público–privado impulsado por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático que busca promover la implementación de estándares de sustentabilidad en distintos sectores productivos del país. En el ámbito de la educación superior, este compromiso ha permitido avanzar de forma colaborativa hacia instituciones más sustentables, con campus que reducen sus impactos ambientales y fortalecen su rol educativo en materia climática. 

La Pontificia Universidad Católica recibió el reconocimiento por sus cinco campus. Fotografía: Karina Fuenzalida, Dirección de Comunicaciones UC.

Sebastián Carvallo, subdirector de producción sustentable de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, afirmó que este esfuerzo no es solo un concepto, sino una forma efectiva de gestionar, de enseñar y de la vinculación que hay con cada uno de los territorios donde se emplazan estas organizaciones.  

La UC formó parte del segundo acuerdo nacional, firmado en 2021 junto a otras 16 instituciones de educación superior y 50 instalaciones distribuidas a lo largo de Chile, desde Antofagasta hasta Magallanes. Este nuevo APL dio continuidad al primer acuerdo firmado en 2012, que marcó un hito al certificar a 13 instituciones pioneras en sustentabilidad universitaria y sentar las bases de una red de colaboración en torno a la gestión ambiental en la educación. 

El APL II se estructuró en torno a seis grandes metas que abarcaron las principales dimensiones de la sustentabilidad universitaria: gobernanza y monitoreo de indicadores; cultura sustentable; formación y transferencia de capacidades; gestión de campus; vinculación con el medio; e inclusión y enfoque de género. Estas líneas de acción orientaron el trabajo de cada institución hacia avanzar en la reducción de emisiones y en una gestión más responsable de los recursos generando progresos concretos y medibles. 

Resultados y aprendizajes 

El cumplimiento del APL II por parte de la UC reafirmó una trayectoria institucional sostenida en materia ambiental y de responsabilidad social. A nivel nacional, el acuerdo permitió alcanzar importantes avances: una reducción del 25% en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre 2022 y 2024, una disminución del 63% en la generación de residuos, y una baja del 5,7% en el consumo total de agua

Además, más del 50% de los estudiantes de primer año participaron en cursos introductorios de sustentabilidad, mientras que la formación docente en temas ambientales creció de 98 a más de 1.800 profesores en tres años. Estas cifras reflejan el impacto que la educación superior puede tener en la transformación cultural hacia la sostenibilidad y en la formación de nuevas generaciones conscientes de su papel frente al cambio climático. 

En el caso de la UC, estos avances se tradujeron en un fortalecimiento concreto de las capacidades internas en sustentabilidad. Durante el desarrollo del APL II, 860 funcionarios y funcionarias —equivalentes al 17,7% del total— participaron en procesos de formación en esta materia, junto con 456 académicos y académicas, que representan el 11,7% de la planta docente. A ello se suma que cerca del 70% de los estudiantes de primer año accedió a instancias introductorias en sustentabilidad, consolidando una comunidad universitaria cada vez más preparada para enfrentar los desafíos ambientales y aportar a la acción climática desde sus distintos roles.

El rector Juan Carlos de la Llera recibió los diplomas que acreditan el cumplimiento del II Acuerdo de Producción Limpia, reconocimiento otorgado en el VI Encuentro Latinoamericano de Sustentabilidad. Fotografía: Karina Fuenzalida, Dirección de Comunicaciones UC.

En nuestra institución, diferentes unidades, académicas y de gestión, han desempeñado un rol central en este proceso, impulsando la integración de la sustentabilidad en los ejes estratégicos de la universidad y fomentando la participación de toda la comunidad universitaria en iniciativas relacionadas con energía, agua, residuos, biodiversidad, inclusión y cultura sustentable. 

Juan Carlos de la Llera, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, aseguró que como institución creemos que la sustentabilidad no es una meta, sino un camino permanente que exige sentido de urgencia, pertinencia y agilidad frente a los desafíos ambientales y sociales. “La crisis climática nos impone a actuar con responsabilidad y visión de largo plazo, y las universidades tenemos el deber y la capacidad de sostener esa acción e iluminar ese camino a través de la formación, investigación y la creación”, agregó.  

Por su parte, Karina Toledo, presidenta de la Red Campus Sustentable, explicó que este acuerdo “nos puso el pie en el acelerador para avanzar con mayor decisión en los enormes desafíos que enfrenta la humanidad”. También señaló que “el propósito general de este II Acuerdo de Producción Limpia era integrar la sostenibilidad de manera transversal, considerando todas sus dimensiones, y fortalecer la cultura de la sustentabilidad para responder adecuadamente a las crecientes demandas sociales y ambientales”. 

Un reconocimiento que impulsa nuevos desafíos 

Para la Pontificia Universidad Católica de Chile, esta certificación representa no solo un logro institucional, sino también una invitación a seguir avanzando. En línea con su compromiso y con los objetivos del Plan de Carbono Neutralidad 2038, la UC continúa fortaleciendo su modelo de gestión sustentable y su aporte a la acción climática desde la docencia, la investigación y la vinculación con el medio. 

La ceremonia de reconocimiento estuvo enmarcada en el VI Encuentro Latinoamericano de Sustentabilidad. Fotografía: Karina Fuenzalida, Dirección de Comunicaciones UC.

El reconocimiento recibido durante el VI Encuentro Latinoamericano de Sustentabilidad simboliza el esfuerzo conjunto de una comunidad universitaria comprometida con el desarrollo sustentable y destaca el papel de la educación superior como un agente clave para enfrentar la crisis climática. 

Con este nuevo hito, la Pontificia Universidad Católica de Chile reafirma su liderazgo y su convicción de que la sustentabilidad universitaria es una tarea compartida y esencial para construir un futuro más justo, solidario y responsable con el planeta. 

Revisa aquí la galería de imágenes de esta actividad.

Revisa la ceremonia y la charla Magistral “Cambio climático y acción climática” a continuación:


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Recicla tus residuos eléctricos y electrónicos en las jornadas “Renchúfate con el Planeta en la UC”

3 de Noviembre 2025

Entre el 11 y el 19 de noviembre, la comunidad UC podrá participar en una nueva versión de la Jornada de Reciclaje de Residuos Eléctricos y Electrónicos “Renchúfate con el Planeta en la UC”, una iniciativa impulsada por la Dirección de Sustentabilidad que busca reducir el impacto ambiental de los aparatos en desuso y promover […]

Entre el 11 y el 19 de noviembre, la comunidad UC podrá participar en una nueva versión de la Jornada de Reciclaje de Residuos Eléctricos y Electrónicos “Renchúfate con el Planeta en la UC”, una iniciativa impulsada por la Dirección de Sustentabilidad que busca reducir el impacto ambiental de los aparatos en desuso y promover una cultura de responsabilidad compartida en nuestros campus. 

Los residuos eléctricos y electrónicos (RAEE) son uno de los flujos de desecho que más crece en el mundo, y que requieren un manejo adecuado para evitar riesgos ambientales y sanitarios. Por eso, la UC invita a estudiantes, académicos(as) y funcionarios(as) a sumarse a esta campaña, trayendo sus aparatos eléctricos y electrónicos que ya no utilicen en las fechas señaladas y en los puntos de acopio en cada uno de los campus de nuestra universidad.  

Las jornadas de reciclaje de residuos eléctricos y electrónicos se llevarán entre el 11 y 19 de noviembre en los cinco campus UC.

Es importante recordar que los residuos generados por las oficinas UC deben seguir el protocolo institucional de baja correspondiente. 

Descargar protocolo aquí.  

El llamado cobra especial relevancia tras los resultados obtenidos el año pasado, cuando la universidad logró recolectar más de 6 toneladas de RAEE: 2.790 kilos en campus San Joaquín, 988 kilos en campus Casa Central, 100 kilos entre los campus Oriente y Lo Contador, y 2.166 kilos en campus Villarrica. Estas cifras demuestran el compromiso creciente de la comunidad y el potencial de seguir avanzando hacia una gestión más sustentable de los materiales. 

Recordar que los residuos que provengan de las oficinas UC debe ajustarse al protocolo institucional de dada de baja de estos materiales.

Este 2025, las jornadas contarán con puntos de acopio en distintos campus entre las 10:00 y 16:00 horas

  • Martes 11 de noviembre: Campus Lo Contador / Patio de Madera 
  • Martes 11 de noviembre: Campus Oriente / Patio Central 
  • Miércoles 12 y jueves 13 de noviembre: Campus Casa Central / Patio Facultad de Ciencias Biológicas 
  • Lunes 17 y martes 18 de noviembre: Campus San Joaquín / Frente al Hall Universitario 
  • Miércoles 19 de noviembre: Campus Villarrica / Acceso Campus Villarrica UC 

En estos puntos se recibirán distintos tipos de aparatos eléctricos como cafeteras, hervidores, planchas, ventiladores, aspiradoras, lavadoras y equipos de audio. También se podrán entregar aparatos electrónicos como computadores, notebooks, tablets, impresoras, monitores, teléfonos, routers, consolas de videojuegos, teclados, parlantes, discos duros y cables, entre otros. 

No se recibirán tóners o cartuchos de impresora, tubos fluorescentes, ampolletas ni equipos que utilicen gases o líquidos refrigerantes, como refrigeradores y aire acondicionados. 

La invitación es clara: cada equipo que ya no usas puede convertirse en un recurso valioso, evitando que llegue a la basura y contribuyendo al reciclaje responsable. La UC busca que toda la comunidad se sume, participe y reafirme su compromiso con el planeta, transformando hábitos cotidianos en acciones concretas por la sustentabilidad. 


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Programa Oficina Verde distingue a diversas unidades UC por sus buenas prácticas

15 de Octubre 2025

La Dirección de Sustentabilidad UC reconoció a los equipos que fueron parte del programa por su compromiso con la sustentabilidad. En esta ocasión, cinco oficinas recibieron la mayor distinción y otras diez fueron premiadas por su desempeño durante el 2024 en esta iniciativa que tiene como objetivo promover la cultura de la sustentabilidad dentro de la comunidad universitaria e incorporar hábitos y acciones sustentables cotidianas en los espacios de trabajo.

La ceremonia de reconocimiento se llevó a cabo en el Salón de Honor del campus Central, en donde quince oficinas fueron premiadas por su participación activa Programa Oficina Verde durante el periodo 2024. La iniciativa, impulsada por la Dirección de Sustentabilidad UC desde el 2015, busca hacer los espacios de trabajo más sustentables, involucrando a toda la comunidad universitaria a reducir el impacto ambiental de sus operaciones y hábitos cotidianos a través de un acompañamiento colaborativo con todas las unidades. 

El encuentro reunió a distintas autoridades, representantes de las oficinas y miembros de la comunidad, quienes celebraron el avance del programa y la dedicación de las distintas unidades. Este espacio no solo permitió entregar distinciones, sino también generar un momento de reflexión en torno al trabajo que cada equipo realiza día a día para reducir su impacto ambiental. 

De acuerdo con el prorrector de Gestión Institucional, Francisco Gallego, durante estos casi diez años de funcionamiento, el programa se ha consolidado como una herramienta práctica que orienta a las oficinas a mejorar en dimensiones concretas como gestión de residuos, eficiencia energética, alimentación sostenible, uso responsable del agua, consumo consciente y movilidad sustentable. 

Francisco Gallego, prorrector de gestión institucional UC, destacó cómo pequeñas acciones diarias en oficinas se suman para generar un impacto colectivo hacia la sustentabilidad en la UC. Fotografía por Karina Fuenzalida.

Como parte de este proceso, cada oficina presenta un reporte con las acciones de sustentabilidad implementadas, el cual es evaluado para definir los reconocimientos. Estas distinciones se entregan en tres categorías, siendo la máxima el Bosque de Oro, seguida por Bosque de Plata y Bosque de Bronce, que buscan visibilizar y premiar el compromiso y la dedicación de los equipos en la construcción de espacios de trabajo más sustentables. 

Entre las cinco oficinas que recibieron el mayor reconocimiento durante este año se encuentran: La Prorrectoría de Gestión Institucional, Administración Campus Oriente, Facultad de Matemáticas, Centro de Desarrollo Docente (CDDoc) y la Dirección de Inclusión Verde en Movimiento. Estas lograron demostrar un alto nivel de cumplimiento en las metas propuestas, demostrando que la sustentabilidad puede integrarse de manera efectiva en los espacios de trabajo. 

Tras recibir el Bosque de Oro, el representante de la Dirección de Inclusión, Javier Farías, expresó su agradecimiento por el galardón y señaló que el mayor aprendizaje que tuvo su oficina en este proceso fue que “trabajar en esas pequeñas acciones ayuda también a cuestionar el equipo, a plantarlo en otro nivel, digamos, contribuyendo con cada granito de arena para tener un mundo más ecológico, amigable y sustentable”.  

Un reconocimiento al compromiso de las oficinas destacadas por incorporar la sustentabilidad en su trabajo diario y avanzar en el Programa Oficina Verde. Fotografía por Karina Fuenzalida.

Por su parte, los demás ganadores de las otras categorías agradecieron el reconocimiento y destacaron la importancia de tener hábitos sustentables, así como el trabajo colectivo que destaca el Programa Oficina Verde y de cómo este permite que cada oficina se sienta parte de un esfuerzo común. De manera que los logros individuales de cada equipo se traduzcan en avances colectivos que fortalecen el compromiso de la universidad con el medioambiente. 

Sobre esta versión, el capitán de la oficina de Administración del campus Oriente, José Fuentes, valoró el Programa Oficina Verde, señalando que la iniciativa “representa un espacio de transformación cultural donde se cruzan la gestión ambiental, la educación y el compromiso con la universidad”. En esa línea, destacó que el programa ha sido una experiencia transformadora para la comunidad universitaria y hace un llamado a continuar participando y trabajando en conjunto por la sustentabilidad. 

Asimismo, el prorrector de Gestión Institucional, Francisco Gallego, reconoció la labor del programa Oficina Verde y de la comunidad universitaria, destacando que: “A partir de pequeñas acciones cotidianas, podemos generar grandes cambios. Apagar las luces, separar residuos, reducir el consumo de agua o fomentar el encuentro de nuestra comunidad son gestos simples, pero cuando se suman, se convierten en una fuerza colectiva que impulsa a la UC hacia una universidad más consciente, resiliente y responsable con nuestro entorno”. 

Revisa aquí la galería de imágenes de esta actividad.


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ELEDUC se suma a la Dirección de Sustentabilidad UC para ampliar su impacto social

14 de Octubre 2025

En la penumbra de un patio de reclusión, entre muros grises y rutinas rígidas, la esperanza parece un bien escaso. Sin embargo, allí donde la sociedad suele ver límites, algunas mujeres encuentran una puerta: la posibilidad de volver a soñar. Una oportunidad que se abre gracias a ELEDUC, el programa “En Libertad de Educación” de […]

En la penumbra de un patio de reclusión, entre muros grises y rutinas rígidas, la esperanza parece un bien escaso. Sin embargo, allí donde la sociedad suele ver límites, algunas mujeres encuentran una puerta: la posibilidad de volver a soñar. Una oportunidad que se abre gracias a ELEDUC, el programa “En Libertad de Educación” de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que desde hace más de seis años acompaña a mujeres privadas de libertad en el camino hacia la educación superior y su reinserción social. 

Más que un proyecto educativo, ELEDUC es una invitación a creer en nuevos horizontes. Su nombre encierra un juego de palabras revelador: la libertad puede conquistarse también a través de la educación. Y esa convicción ha movilizado a un grupo de estudiantes, académicos, profesionales y autoridades UC que, con compromiso y perseverancia, han construido un modelo de intervención único en el país. Hoy, al integrarse a la Dirección de Sustentabilidad UC, el programa da un paso decisivo: reconoce que la sustentabilidad no solo se expresa en el cuidado del medio ambiente, sino también en la creación de condiciones para una sociedad más justa, inclusiva y equitativa. ELEDUC se convierte así en un ejemplo concreto de cómo la universidad entiende la sustentabilidad en su sentido más amplio, como un camino de transformación que une lo ambiental, lo social y lo humano. 

Un origen desde la urgencia social 

ELEDUC nació hace más de seis años como respuesta concreta a la exclusión educativa y laboral que afecta a mujeres que han estado privadas de libertad. El programa comenzó en el Centro Penitenciario Femenino con el objetivo de generar un acompañamiento integral que permitiera a las internas proyectar un futuro más allá de su condena. 

Integrantes de ELEDUC junto a participantes del programa, en una de las jornadas de acompañamiento educativo realizadas en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín. Fotografía: Dirección de Inclusión UC.

En sus inicios, el trabajo se centró en talleres y tutorías de nivelación, que pronto demostraron el enorme potencial de las participantes y la necesidad de ampliar el rango de acción. Con el tiempo, se consolidaron tres etapas de intervención que hoy estructuran el programa: 

  • Preparación para la Educación Superior: nivelación académica, apoyo socioemocional y talleres formativos. 
  • Acceso y permanencia en la Educación Superior: tutorías académicas y de acompañamiento, talleres de herramientas digitales, visitas a terreno y pasantías. 
  • Acompañamiento a la inserción laboral: talleres de empleabilidad, vinculación con redes de apoyo y seguimiento en la búsqueda de empleo. 

Cada una de estas etapas es llevada adelante por un equipo interdisciplinario que combina la experiencia de académicos y profesionales voluntarios con la energía y compromiso de estudiantes de distintas facultades UC. 

Hasta la fecha, más de 100 mujeres han sido parte del programa, viviendo un proceso de aprendizaje que no solo les ha permitido adquirir herramientas académicas y laborales, sino también resignificar su historia y reconstruir sus proyectos de vida. 

Maryon Urbina, directora de sustentabilidad, señala que la incorporación del programa a la unidad que ella lidera “representa un hito significativo en nuestra visión de sustentabilidad integral. No entendemos el cuidado del planeta como algo aislado: lo ambiental y lo social están estrechamente entrelazados, y deben abordarse juntos. ELEDUC viene a reafirmar ese compromiso: al favorecer la inclusión, la justicia y la reinserción educativa de mujeres que han enfrentado circunstancias vulnerables, ampliamos nuestra mirada hacia una sustentabilidad que no solo protege el entorno, sino que también empodera personas y comunidades”. 

En la misma línea, Jorge González, coordinador del programa, explica que la nueva etapa que abre la llegada de ELEDUC a la Dirección de Sustentabilidad busca profundizar la construcción de redes con los centros penitenciarios y de reinserción cercanos al campus San Joaquín: “En una primera instancia, cuando estábamos en la Dirección de Inclusión, nos enfocamos en acompañar a nuestras participantes. Ahora creemos que viene una segunda etapa que tiene que ver con cómo hacemos redes con el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín y con el Centro de Estudio y Trabajo Talita Kum. Queremos hacer crecer nuestra intervención, seguir incorporando mujeres que deseen estudiar en la educación superior y fortalecer estos lazos para ampliar el impacto del programa”. 

El valor de la colaboración 

Uno de los sellos distintivos de ELEDUC ha sido su capacidad de articular esfuerzos con distintas unidades de la UC, lo que ha permitido que académicos, profesores y estudiantes se involucren directamente en la formación de las beneficiarias. 

“Un ejemplo muy significativo es el trabajo que realizamos con la Facultad de Educación, a través de la profesora Olga Espinosa, cuenta González. Ella lidera los talleres de preparación para la educación superior en el Centro Penitenciario Femenino San Joaquín. Son talleres de habilidades para el siglo XXI, matemáticas, comunicación y también digitales. Lo valioso es que son realizados por estudiantes UC acompañados por sus propios profesores, lo que enriquece la experiencia tanto para quienes los imparten como para quienes los reciben”. 

Capacitación del equipo ELEDUC en herramientas educativas desarrolladas por el CEDEUS.

El programa también ha tejido alianzas con la Facultad de Ciencias Sociales. “Gracias a la gestión de Elisa Manríquez logramos articular la participación de distintos cursos. El curso de Psicología y Pobreza, por ejemplo, desarrolló un diagnóstico multidimensional de nuestras participantes. También hemos contado con el apoyo de estudiantes de Trabajo Social en práctica profesional. Para nosotros es muy significativo, porque no solo aportan al programa, sino que ellas mismas conocen de primera mano esta realidad y se forman con un sentido social mucho más profundo”, agrega el coordinador de este programa.  

Si bien la formación académica es un pilar, lo que más valoran las participantes es el vínculo humano que se construye en cada etapa. “En las evaluaciones que hemos hecho, lo que más destacan es el acompañamiento cercano. En el taller de gestión de emociones y proyecto de vida, que realizamos semanalmente, se genera un espacio de confianza horizontal. Una de las frases que más nos marcó fue cuando nos dijeron: ‘Lo que valoramos es que ustedes nos traten como personas’. Ese reconocimiento es fundamental, porque cuando una mujer que estuvo privada de libertad siente esa dignidad, ese trato cercano y humano, puede reinsertarse en la sociedad a través de la educación con mucha más fuerza”, explica Jorge.  

Desafíos y proyección 

El futuro de ELEDUC se proyecta en dos direcciones: ampliar su alcance dentro de la UC y fortalecer la formación de los propios estudiantes universitarios en torno a la reinserción social. Jorge González plantea que “queremos dar a conocer el programa al interior de la universidad para que más unidades académicas se involucren. La UC tiene mucho que ofrecer, y lo que buscamos ahora es generar sinergia para que ELEDUC no solo impacte en las participantes, sino también en nuestros propios estudiantes, que se formen y conozcan de cerca esta temática. Soñamos con que, en un futuro, ellos mismos puedan trabajar en proyectos de reinserción social de mujeres privadas de libertad”.  


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Movernos distinto para vivir mejor

Reducir el uso del automóvil particular no es solo una acción simbólica: es una forma concreta de mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades. Optar por medios de transporte más limpios y eficientes —como la bicicleta, el transporte público o simplemente caminar— ayuda a disminuir las emisiones, aliviar la congestión y crear entornos urbanos más seguros, saludables y agradables para todos.

La máxima autoridad del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, y expertos(as) de la Pontificia Universidad Católica coinciden en que transformar la manera en que nos movemos requiere tanto infraestructura adecuada como un cambio cultural. La universidad, por su parte, impulsa diversas iniciativas para facilitar esta transición hacia una movilidad más sustentable dentro y fuera de sus campus. 

Cada vez que elegimos dejar el auto en casa, contribuimos a una ciudad más humana: con menos ruido, aire más limpio y más espacio para compartir. Promover modos de transporte sustentables no solo es una meta ambiental, sino también una apuesta por el bienestar y la convivencia urbana 

“Es fácil deducir que nuestras ciudades están enfermas de exceso de uso de automóviles. Para cambiar el rumbo debemos proveer alternativas atractivas. Esto es, transporte público masivo, ciclovías y buenos espacios peatonales que favorecen los modos de transporte denominados sustentables. Pero no basta con proveer alternativas, debemos además desincentivar el uso del automóvil para empujar a las personas a dejar el auto en casa”, explica el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz. 

Transportarse de manera sustentable no es “una moda”, sino una estrategia concreta de calidad de vida urbana. Menos autos implica aire más limpio, tiempos de viaje más predecibles para buses, calles más seguras y barrios con más vida peatonal y comercio local. La investigación en accesibilidad y elección de modos, áreas donde la UC es referente regional, muestra que cuando ofrecemos alternativas atractivas y seguras, las personas cambian su comportamiento de viaje.  

“Para poder visibilizar ese futuro posible es que el Día Nacional sin Auto -celebrado el último viernes de septiembre- es tan interesante, por dos razones. Primero, pues al dejar los autos en casa se logra que personas que usualmente usan el automóvil se animen a explorar alternativas para sus viajes cotidianos, con la expectativa de que decidan mantener esa opción en sus viajes futuros. Y segundo, porque si en los Días sin Auto logramos reducir su uso, presenciaremos una ciudad mucho más amable y atractiva que debiera aglutinar voluntades para avanzar en las acciones que permitan darle continuidad”, agrega Muñoz. 

Impulsado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, el Día Nacional sin Auto invita a repensar nuestros desplazamientos y avanzar hacia una movilidad más sustentable en Chile.

“El Día Nacional sin Auto no solo es un gesto simbólico: existe evidencia empírica de que forzar o incentivar a los automovilistas a probar otro modo en un viaje habitual puede efectivamente generar un cambio de comportamiento, al menos en algunos individuos. Experimentos con pases gratuitos de transporte público o semanas de prueba en bicicleta han demostrado que muchas personas continúan usando esas alternativas incluso después de terminar el beneficio. En la práctica, probar un modo alternativo reduce la incertidumbre, baja las barreras percibidas y puede gatillar cambios permanentes en los hábitos de viaje”, señala Juan de Dios Ortuzar, académico de la Facultad de Ingeniería UC. 

Medidas 

“Si pensamos en políticas públicas costo-efectivas para reducir los viajes en auto en ciudades como Santiago, hay tres que destacan. Primero, la tarificación por congestión, que no solo desincentiva el uso del auto, sino que también genera recursos para fortalecer el transporte público. Segundo, el control del estacionamiento y del tráfico, a través de la eliminación de estacionamientos o la implementación de calles sin autos y ciclovías. Y tercero, la provisión de servicios de movilidad para trabajadores, como pases gratuitos de transporte público o buses de acercamiento, que han demostrado reducciones significativas en los viajes en auto al trabajo”, apunta el académico de Ingeniería UC. 

La Pontificia Universidad Católica de Chile impulsa acciones concretas para facilitar viajes más sustentables dentro y entre campus: el Sistema de Bicicletas Compartidas (SIBICO) -préstamo gratuito de bicis—, la ampliación de cicleteros seguros y campañas e hitos como la Cicletada Intercampus. A esto se suma el programa ECOS Voluntariado, que convoca a estudiantes a promover hábitos de movilidad y vida sustentable en la comunidad UC y sus barrios. Este ecosistema combina infraestructura, servicios y cultura para que moverse distinto sea más fácil y atractivo. 

La Cicletada Intercampus refuerza el compromiso UC por una movilidad más limpia, conectando a la comunidad universitaria en torno a la sustentabilidad.

Maryon Urbina, directora de sustentabilidad cuenta que “como institución hemos impulsado distintas iniciativas para que moverse de manera sustentable sea más fácil: contamos con el sistema de bicicletas compartidas SIBICO, cicleteros seguros en todos nuestros campus y accesos exclusivos para quienes llegan pedaleando. Cada viaje que hacemos distinto nos acerca a un futuro más sustentable” 

 “Los beneficios de estas transformaciones no se limitan al transporte. Al evaluar proyectos como ciclovías o corredores de buses, también es clave reconocer los co-beneficios en salud, ruido y clima. Aunque su monetización es compleja, existen metodologías de valoración que permiten incorporarlos en la toma de decisiones. Incluir estas variables en los análisis nos ayuda a comprender el valor real que tiene invertir en infraestructura sustentable”, concluye el académico de Ingeniería UC. 


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