Segunda versión del Concurso de Energía UC: ¡Ilumina sustentablemente con tu proyecto!

13 de Julio 2025

Hasta el 26 de septiembre podrán postular unidades académicas, administrativas y de gestión de la UC interesadas en mejorar su eficiencia energética mediante proyectos de recambio de luminarias o incorporación de tecnologías para un uso más eficiente.

La Dirección de Sustentabilidad y Dirección de Infraestructura UC inician la convocatoria para la segunda edición del Concurso de Energía UC “Ilumina sustentable”, una iniciativa que busca fomentar el ahorro energético, impulsar el cambio cultural hacia un uso más consciente de los recursos, y apoyar proyectos concretos que mejoren la eficiencia energética en los espacios de nuestra universidad. 

El concurso, alineado con el compromiso institucional con la acción climática, está dirigido a todas las unidades académicas y administrativas que quieran implementar acciones concretas de eficiencia energética, específicamente enfocadas en el sistema de luminarias de sus espacios. La convocatoria estará abierta hasta las 18:00 horas del 26 de septiembre de 2025. 

Revisa las bases aquí. 

El concurso de energía UC promueve el ahorro, impulsa un uso más consciente de los recursos y apoya proyectos que mejoren la eficiencia energética en la universidad.

El eje de esta segunda versión, al igual que en 2024, se centrará en cofinanciar proyectos de recambio de luminarias existentes por luminarias LED, así como en la incorporación de tecnologías que permitan hacer más eficiente su uso, como sensores de movimiento o automatizadores. Esta dimensión representa uno de los mayores consumos energéticos en los edificios de la UC, por lo que su mejora tiene un impacto directo en la reducción de la huella de carbono institucional. 

Resultados de la primera edición 

En su primera versión, el concurso permitió concretar diversas mejoras significativas. El proyecto presentado por la Facultad de Matemáticas consistió en el recambio de luminaria del edificio Rolando Chuaqui, específicamente en las oficinas del primer, segundo y tercer piso. Durante la ejecución se logró levantar una línea base de consumo de energía para los años 2023 y 2024, correspondiente al remarcador de la Facultad, lo que permitió contar con indicadores como consumo por persona y por superficie, facilitando una evaluación más precisa del impacto del proyecto. 

Por su parte, la Facultad de Comunicaciones realizó el recambio de 1.254 unidades fluorescentes y halógenas por tecnología LED en los diez pisos del edificio ubicado en Casa Central, logrando un avance significativo en la eficiencia energética de toda su infraestructura. 

La Dirección de Personas, en tanto, impulsó el recambio de luminarias en tres jardines infantiles UC, ubicados en los campus San Joaquín, Casa Central y Oriente. Para esto, optaron por una metodología integral, gestionando la compra, instalación y disposición de residuos mediante un único proveedor: Administración de Campus. 

En la versión anterior de esta iniciativa la Dirección de Personas impulsó el recambio de luminarias en tres jardines infantiles UC, ubicados en los campus San Joaquín, Casa Central y Oriente.

Uno de los equipos destacados fue precisamente el de la Dirección de Personas a través de sus Salas Cuna y Jardines Infantiles, quienes vieron en esta convocatoria una oportunidad para profundizar su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la formación de una comunidad más consciente y sustentable. 

“La principal motivación para postular al Concurso de Energía UC fue que, como equipos, tuviéramos el interés de tener una propuesta común que contribuyera al cuidado del medio ambiente. Fue así como decidimos, como desafío, contar con el 100% de luminaria LED en todos nuestros centros educativos, ya que al momento del concurso contábamos con un 60%”, señaló Alejandra Godoy Castillo, coordinadora de Salas Cuna y Jardines Infantiles de la Dirección de Personas. 

A lo que agregó: “Este cambio se suma a otras acciones de nuestro proyecto educativo orientadas a una comunidad más sustentable, como nuestra participación en oficinas verdes, visitas al Huerto San Francisco y otras iniciativas que promueven la eficiencia energética. Al reducir el consumo y la huella de carbono, contribuimos a un entorno más saludable para nuestros niños, equipos pedagógicos y el planeta”. 

Cofinanciamiento, diagnóstico y acompañamiento 

En su versión 2025, las unidades seleccionadas recibirán un cofinanciamiento de hasta $10.000.000, monto que debe ser destinado íntegramente a la implementación del proyecto propuesto. Además, de manera opcional, podrán contar con un diagnóstico energético personalizado, que será financiado las direcciones organizadoras. Este diagnóstico permite identificar con mayor precisión el uso energético en distintas categorías, como iluminación, climatización y uso de equipos eléctricos, entregando herramientas concretas para tomar mejores decisiones de gestión. 

¿Quiénes pueden postular? 

Pueden participar todas las unidades UC, académicas o administrativas, que cuenten con un proyecto para cambiar sus luminarias o implementar tecnologías asociadas. Se aceptará una sola postulación por unidad, la que deberá incluir una ficha técnica del proyecto, carta de compromiso de cofinanciamiento firmada por la jefatura de unidad y al menos tres cotizaciones. La postulación se realizará exclusivamente mediante un formulario digital disponible en la web de la Dirección de Sustentabilidad UC.  

Gracias al cofinanciamiento del concurso de Energía 2024, la Facultad de Comunicaciones renovó su iluminación con tecnología 100% LED. Foto: cortesía Facultad de Comunicaciones.”

Las unidades ganadoras del 2024 también están invitadas a postular nuevamente, siempre que hayan finalizado correctamente la ejecución y cierre del proyecto adjudicado. 

“La experiencia de la unidad –Facultad de Matemáticas- fue sin duda positiva, tanto en la etapa de postulación, como en el acompañamiento en el desarrollo del proyecto. Se otorgaron canales para una comunicación fluida con el equipo encargado del seguimiento y se generaron instancias para retroalimentar cada parte del proceso hasta el final de su implementación, tomando en cuenta la experiencia de la facultad para futuros concursos”, explicó Ariel Cornejo, encargado de mantención e infraestructura de la Facultad de Matemáticas UC.  

Etapas del proceso y criterios de evaluación 

El proceso de selección consta de dos etapas. La primera es una revisión de admisibilidad, en la que se verifica que el proyecto cumpla con los requisitos básicos: envío dentro del plazo, documentación completa y que esté efectivamente vinculado a mejoras en luminarias. 

La segunda etapa consiste en una evaluación técnica que pondera cuatro criterios: impacto energético (30%), esfuerzos previos y proyección (25%), impacto social o alcance del proyecto (25%), e innovación (20%). Esta evaluación estará a cargo de un jurado compuesto por representantes de la Dirección de Sustentabilidad y la Dirección de Administración y Servicios. 

Implementación y seguimiento 

Los proyectos ganadores deberán cumplir con cuatro dimensiones de trabajo coordinación, implementación técnica, evaluación energética y acciones informativas y de sensibilización. Todo el proceso se desarrollará durante el segundo semestre de 2025 y los primeros meses de 2026, priorizando que la ejecución técnica se realice entre enero y febrero de ese año. 

Una oportunidad para liderar el cambio 

El Concurso de Energía UC se proyecta como una herramienta concreta para que las unidades puedan avanzar hacia una gestión más sustentable, al tiempo que involucran a sus comunidades en el desafío de transitar hacia una cultura energética responsable. 

La Dirección de Sustentabilidad y Dirección de Infraestructura invitan a todas las unidades a revisar las bases, armar sus equipos de trabajo y preparar sus postulaciones. Además, el miércoles 13 de agosto se realizará una sesión virtual para resolver dudas, explicar el formulario de postulación y compartir buenas prácticas entre unidades interesadas. 

Para más información, revisa las bases completas del concurso o escribe a sustentable@uc.cl


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La comunidad UC se unió por la acción climática: reforestación colaborativa transformó el borde sur del campus San Joaquín

Con una mirada puesta en la regeneración ecológica y el aprendizaje colectivo, la UC llevó adelante una nueva jornada de reforestación en su campus San Joaquín. La actividad integró a distintos estamentos de la comunidad universitaria y reafirmó el compromiso institucional con la sustentabilidad.

Estudiantes, académicos, funcionarios y autoridades de la Pontificia Universidad Católica de Chile se reunieron el pasado 19 de junio para ser parte de una nueva jornada de reforestación comunitaria en el campus San Joaquín. En total, se plantaron 1.170 individuos en 119 núcleos de especies nativas en el borde sur del campus, transformando ese espacio en una nueva zona verde. 

La actividad fue convocada por la Dirección de Sustentabilidad, con el apoyo de la Dirección de Infraestructura, en el marco del proyecto de reforestación campus San Joaquín UC 2025, una iniciativa que buscó reconectar la infraestructura del campus con la naturaleza y promover espacios de encuentro y aprendizaje en torno a la sustentabilidad. 

Participación comunitaria e institucional 

Desde temprano, más de 170 personas llegaron al sector sur del campus para ser parte activa de esta transformación. Durante la jornada, voluntarios de distintas facultades y unidades se sumaron al trabajo de plantación, acompañados por monitoras que fueron sus guías en todo momento. 

La actividad contó también con una ceremonia oficial encabezada por el rector de la UC, Juan Carlos de la Llera, quien valoró el compromiso de la comunidad universitaria en acciones concretas frente a la crisis climática. Junto a él participaron el prorrector de Gestión Institucional, Francisco Gallegos; la directora del Instituto para el Desarrollo Sustentable, Mónica Antilén; la decana de College, Romy Hecht; y Patricia Galilea, de la Dirección de Compromiso Público, Comunidad y Diversidad (DCDi) de la Facultad de Ingeniería, quienes plantaron un módulo simbólico como gesto institucional del compromiso con el desarrollo sustentable. 

La reforestación de campus San Joaquín contó con la participación de integrantes de toda nuestra comunidad: estudiantes, autoridades, académicos(as), funcionarios(as) y vecinos(as) del campus. Fotografía: Karina Fuenzalida.

“El proyecto reforestación UC fue reflejo de una mirada integral de sustentabilidad que, desde la perspectiva de la biodiversidad y las áreas verdes, convirtió a nuestro campus en un laboratorio vivo de aprendizaje, donde el conocimiento académico, técnico y comunitario se unió para regenerar nuestro entorno y promover soluciones basadas en la naturaleza desde una mirada de interconexión y dependencia con el entorno”, señaló el rector De la Llera. 

Especies nativas y restauración ecológica 

En total, se plantaron 118 núcleos vegetacionales, con un diseño que replicó patrones naturales y priorizó especies adaptadas a las condiciones locales, con énfasis en el Quillay (Quillaja saponaria Molina) como especie arbórea principal, junto a cuatro arbustos, cuatro herbáceas y una bromelia, generando una alta diversidad vegetal y fomentando la biodiversidad del campus. 

El diseño de los núcleos respondió a criterios ecológicos que buscaron asegurar la resiliencia del ecosistema, potenciar el aprendizaje interdisciplinario y entregar un modelo replicable de restauración urbana. La iniciativa fue asesorada por expertos en ecología del paisaje y conservación, y contó con la colaboración del equipo de infraestructura UC. 

Este proyecto de reforestación ya se está desarrollando bajo el modelo de Laboratorio Vivo de Aprendizaje, lo que ha sido uno de sus principales sellos distintivos. Desde sus primeras etapas, ha funcionado como una plataforma activa de aprendizaje, aplicación e investigación interdisciplinaria, integrando a diversos actores de la comunidad UC. En la fase inicial, se realizaron análisis de suelo con la participación del investigador Eduardo Arellano, y se incorporó el Taller de Diseño para la Innovación de la Escuela de Diseño UC, donde estudiantes trabajaron en la fabricación y aplicación del biomaterial Chom, un geotextil biodegradable desarrollado a partir de residuos agroindustriales. “La participación de los estudiantes del taller, Camilo Navarro y Juan Jesús Guajardo, ha sido clave tanto para su formación profesional como para el proyecto Chom”, señaló Anaïs Weil, académica de la Escuela de Diseño UC. Según la docente, esta instancia permitió a los estudiantes “involucrarse activamente en un proceso interdisciplinario con impacto en un contexto real, donde pudieron experimentar y materializar sus propuestas en un espacio funcional y de beneficio directo para la comunidad universitaria”. 

Además, se proyecta una segunda etapa de análisis de suelo junto a un curso liderado por la profesora Mónica Antilén. Esta experiencia ha sido concebida como un primer pilotaje dentro del programa Laboratorios Vivos de Aprendizaje, con implicancias que abarcan desde la ejecución hasta la estrategia de continuidad y cuidado del espacio, promoviendo un entorno de aprendizaje constante e intercambio de conocimientos que involucra tanto a la comunidad UC como a los barrios aledaños. “Este tipo de experiencias aportan a una formación profesional integral, ya que conectan lo teórico con la práctica”, agregó Weil. “Permiten enfrentar los desafíos propios de un proyecto de investigación aplicada, desde la planificación y gestión de materiales hasta la evaluación de impacto y escalabilidad de las propuestas”. En esa línea, destacó también el valor de la colaboración con el equipo de la Dirección de Sustentabilidad UC, que “enriquece los proyectos al integrar diversas miradas interdisciplinarias, promoviendo una visión crítica, colaborativa y con sentido de propósito”. 

En esta actividad se plantaron 1.170 individuos en 119 núcleos de especies nativas en el borde sur del campus. Fotografía: Karina Fuenzalida.

Educación medioambiental para infancias 

En el marco de esta misma línea de trabajo, el viernes 13 de junio un grupo de estudiantes del colegio Regina Pacis de Providencia participó en una jornada de reforestación en el sector del jardín infantil del campus. Esta actividad, parte del Programa de Educación Medioambiental para Infancias, buscó acercar a niños, niñas y adolescentes al cuidado del entorno natural a través de experiencias concretas y participativas. 

Durante la jornada, los escolares plantaron árboles nativos guiados por profesionales de la Dirección de Sustentabilidad, aprendieron sobre las funciones de los ecosistemas y reflexionaron sobre su rol en la protección del planeta. 

“Para ellos fue súper importante cuidar el medioambiente y potenciarlo. Les enseñaron cómo plantar, ya que nosotros no manejábamos bien eso”, comentó Jenny Orfalí, profesora del colegio Regina Pacis. 

Un compromiso colectivo con la sustentabilidad 

La participación de distintos estamentos universitarios demostró que la sustentabilidad es una causa común en la UC. A lo largo del día, los(as) voluntarios(as) compartieron experiencias, colaboraron en terreno y valoraron el carácter colectivo de esta transformación ecológica. 

“Reforestar con la comunidad es mucho más que plantar árboles: es regenerar vínculos entre las personas y con el entorno. Este tipo de iniciativas no solo mejoran el paisaje, también nos permiten vivir la universidad de una forma más participativa, consciente y resiliente”, afirmó Maryon Urbina, directora de sustentabilidad UC. 

Este proyecto de reforestación ya se está desarrollando bajo el modelo de Laboratorio Vivo de Aprendizaje. Fotografía: Karina Fuenzalida.

Este tipo de iniciativas refleja el compromiso de la UC con la acción climática y la transformación sustentable de sus espacios. A través de instancias como esta, la universidad impulsa una cultura institucional que integra la sustentabilidad como principio orientador, promoviendo la regeneración ecológica, el aprendizaje colaborativo y la participación de toda su comunidad. 

“Participar en esta reforestación fue un momento muy valioso porque me permitió pasar de la reflexión a la acción frente al cambio climático. Fue una experiencia concreta de mitigación, en la que se generó un impacto ambiental positivo y una instancia de aprendizaje colectivo, conexión con la naturaleza y toma de conciencia del rol que podemos tener como estudiantes en la construcción de un futuro más sustentable”, compartió Alessandra Mazzotti, monitora de la reforestación y estudiante de Agronomía UC. 

La reforestación del campus San Joaquín no solo dejó nuevos árboles en la tierra, sino también un mensaje claro: el compromiso con la sustentabilidad se construyó desde la colaboración y la acción concreta. Esta jornada marcó un paso más en el camino hacia una universidad que aprendió de la naturaleza, transformó sus espacios y puso a las personas en el centro del cambio. 

Revisa aquí la galería de imágenes de esta actividad.


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Estudiantes UC se comprometen con la sustentabilidad a través del programa ECOS

En un contexto global marcado por la urgencia climática y la necesidad de transformar nuestras formas de habitar el planeta, la Pontificia Universidad Católica de Chile ha impulsado diversas iniciativas para fomentar una cultura sustentable dentro y fuera de sus campus. Una de las más destacadas es el programa Estudiantes Comprometidos con la Sustentabilidad (ECOS), […]

En un contexto global marcado por la urgencia climática y la necesidad de transformar nuestras formas de habitar el planeta, la Pontificia Universidad Católica de Chile ha impulsado diversas iniciativas para fomentar una cultura sustentable dentro y fuera de sus campus. Una de las más destacadas es el programa Estudiantes Comprometidos con la Sustentabilidad (ECOS), una instancia de voluntariado coordinada por la Dirección de Sustentabilidad UC que combina formación, acción y compromiso estudiantil. 

¿Qué es ECOS y cuál es su objetivo? 

ECOS nace como una plataforma para que estudiantes de distintas carreras puedan aproximarse a la sustentabilidad desde una perspectiva integral, combinando el aprendizaje teórico con la acción concreta. Su objetivo es formar agentes de cambio que, desde sus disciplinas, contribuyan a la consolidación de una cultura sustentable en la universidad y en las comunidades con las que se vincula. 

El programa ofrece espacios de formación en temáticas clave como acción climática y habilidades transversales, además de actividades prácticas que permiten aplicar estos conocimientos y habilidades en terreno. Quienes cumplen con los requisitos de participación pueden acceder a una certificación co-curricular, otorgada por la Dirección de Asuntos Estudiantiles UC, reconociendo su compromiso y aprendizaje en actividades complementarias a sus planes de estudios y que contribuyen al perfil egresado UC. 

ECOS es una plataforma que permite a estudiantes de diversas carreras acercarse a la sustentabilidad de forma integral, combinando teoría y acción.

Claudio Sepúlveda, encargado del programa ECOS, afirma que “aunque la certificación suele ser una motivación inicial para ingresar al programa, con el paso de las semanas las y los voluntarios se involucran de manera desinteresada con las actividades, y muchos desertan de la certificación, pero siguen asistiendo a diversas instancias que son parte del programa”. Este semestre, las condiciones no han sido fáciles: “Debido a la cancelación de algunas actividades importantes, les está resultando difícil alcanzar las horas necesarias. Aun así, esta situación los ha mantenido alerta y están empujando activamente que sumemos actividades para cumplir”, agrega. 

Durante el primer semestre de 2025, 41 estudiantes se sumaron activamente al programa, demostrando el entusiasmo y compromiso de la comunidad UC con la sustentabilidad. La diversidad de perfiles fue uno de los sellos de esta edición: participaron estudiantes de los campus San Joaquín, Lo Contador y Casa Central, lo que permitió un cruce enriquecedor de miradas. Aunque se mantuvo una fuerte presencia de la Facultad de Agronomía y Recursos Naturales, también se incorporaron estudiantes de Física, Trabajo Social, Pedagogía, Arquitectura, entre otras carreras, evidenciando el carácter transversal de ECOS y el creciente interés por abordar los desafíos socioambientales desde múltiples disciplinas. 

Actividades realizadas en el primer semestre 2025 

Durante este período, los y las voluntarias participaron en una serie de actividades que combinaron formación, intervención comunitaria y promoción de buenas prácticas. Entre ellas destacan la colaboración semanal en los espacios del Huerto San Francisco y el Vermicampus, así como en actividades de vinculación con los vecindarios, constituyéndose como espacios en donde conectan con pares de otras carreras a través del interés común por la sustentabilidad. Además, fueron parte de iniciativas de promoción como el Escuadrón Cero Basura y en instancias de formación para reflexionar y comprender las distintas dimensiones de la crisis climática y la sustentabilidad, como los conversatorios temáticos y el Mural del clima. 

Durante el primer semestre de 2025, 41 estudiantes se sumaron activamente al programa, demostrando el entusiasmo y compromiso de la comunidad UC con la sustentabilidad.

“Es hermoso ver cómo cada semestre quienes participan logran construir en ECOS una comunidad: se hacen amistades, y ese espacio de acción social se convierte también en un espacio para el autoconocimiento y el crecimiento colaborativo”, comenta Claudio Sepúlveda. Este semestre, además, ha habido una fuerte evolución hacia el trabajo en equipo: “Se han generado amplios espacios para la opinión y el debate”. 

Estas acciones no solo fortalecen el aprendizaje práctico, sino que también generan un impacto positivo en el entorno y en la comunidad UC. Josefa Quirola, una de las voluntarias de ECOS, destaca que lo que la motivó a participar fue la posibilidad de “aprender y a la vez aplicar acciones de sustentabilidad” en un espacio abierto a toda la comunidad estudiantil. Para ella, los jueves en el huerto fueron la experiencia más significativa: “Aprendí que cultivar no se trata solo de la producción, sino que depende totalmente del trabajo en equipo y la comunidad que se forma en torno a esto”. Además, valora el cambio de perspectiva que vivió a lo largo del programa: “Antes veía la sustentabilidad como acciones mucho más grandes, pero ahora la entiendo como una suma de acciones colectivas pequeñas que se dan gracias a la creación de una comunidad con un fin común”. 

Sobre sus aprendizajes, Josefa agrega: “He aprendido mucho sobre el trabajo en equipo, y me ha encantado convivir con personas que valoran tanto la sustentabilidad como yo. También perdí el miedo de meter las manos en la tierra y hacer cosas”. Por eso, no duda en recomendar la experiencia: “Hace bien tener un compromiso dentro de la universidad que no sea meramente académico, sino un compromiso con una comunidad enfocada en la sustentabilidad”. 

Por su parte, Francisca Gallardo, estudiante de Biología, compartió que ECOS fue la oportunidad que estaba buscando para construir comunidad dentro de la universidad. “Sentía que necesitaba algo que me sacara del ritmo monótono de lo académico, y ECOS me ofreció justo eso”, señala. Como futura científica, también encontró en el programa un espacio para conectar su vocación con el cuidado del medioambiente: “Este es el planeta donde vivimos y compartimos con otras especies, y hemos llegado a un punto sin retorno. Por eso vi en este voluntariado una oportunidad valiosa para aportar desde lo que estoy aprendiendo y complementar mi formación”. 

Destacó especialmente las jornadas y conversatorios por el diálogo que generaron: “Estas experiencias me recordaron que siempre hay más por hacer, más por cuestionarse y más por aprender”. Además, su visión sobre la sustentabilidad se transformó profundamente: “Antes lo entendía principalmente desde lo individual. Ahora veo que la verdadera base está en el esfuerzo compartido; en personas que se movilizan juntas por un bien común”. 

Una de las iniciativas del programa ECOS Voluntariado es el “Escuadrón Cero Basura” que busca entregar información sobre la gestión de residuos en nuestra universidad.

Un compromiso que trasciende el aula 

El equipo coordinador del programa destaca el entusiasmo y compromiso de los y las estudiantes, quienes no solo participan activamente, sino que también proponen ideas y lideran iniciativas. ECOS se ha convertido en una comunidad de aprendizaje y acción, donde se cultivan valores como la colaboración, el respeto por el entorno y la responsabilidad social. 

En esta cuarta versión del programa, el equipo ha identificado un equilibrio entre actividades más lúdicas y otras de mayor valor formativo. “Asumimos el desafío constante de que todo lo que ocurra sea motivante, y siempre reevaluamos las actividades según lo que observamos en la generación anterior”, señala Claudio. Con esta mirada, esperan seguir fortaleciendo el compromiso estudiantil en el segundo semestre y abrir nuevas oportunidades de participación.  

El programa ECOS continúa consolidándose como un espacio de encuentro, formación y acción para estudiantes que desean aportar a la sustentabilidad desde sus distintas disciplinas. Quienes estén interesados en sumarse a ECOS Voluntariado pueden inscribirse aquí para conocer más detalles y ser parte de esta comunidad comprometida con el cambio.


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Vinculación territorial universitaria fortalece alianzas con comunidades vecinas

En el primer semestre de 2025, el área de Vinculación y Desarrollo Comunitario (VDC) de la Dirección de Sustentabilidad UC impulsó 29 iniciativas para promover el desarrollo sustentable en los barrios aledaños a los campus de la institución. Estas acciones, movilizaron a 458 estudiantes de 50 carreras UC, e involucraron a por lo menos 1155 […]

En el primer semestre de 2025, el área de Vinculación y Desarrollo Comunitario (VDC) de la Dirección de Sustentabilidad UC impulsó 29 iniciativas para promover el desarrollo sustentable en los barrios aledaños a los campus de la institución. Estas acciones, movilizaron a 458 estudiantes de 50 carreras UC, e involucraron a por lo menos 1155 vecinos. El sello distintivo fue la confluencia entre el conocimiento académico y los saberes prácticos existentes en 22 actores externos, entre colegios, jardines infantiles y organizaciones territoriales.  

Esto fue posible por el fuerte compromiso de los estudiantes UC, a través del programa ECOS (Estudiantes Comprometidos con la Sustentabilidad), que involucró 15 participaciones en 5 iniciativas; la colaboración con 7 cursos con enfoque comunitario y contribuciones desde las escuelas de Medicina, Enfermería, Kinesiología, Terapia Ocupacional, Fonoaudiología, Odontología, Antropología, Trabajo Social y Sociología. Estas acciones se articularon en torno a tres ejes de trabajo: salud, educación medioambiental y cultura y patrimonio. 

El sello distintivo del área VDC fue la articulación entre el conocimiento académico y los saberes prácticos de 22 actores externos, como colegios, jardines infantiles y organizaciones territoriales.

Salud: ferias e intervenciones   

Como parte de su labor permanente en los barrios aledaños, la UC realizó durante el primer semestre tres nuevas ediciones de sus Ferias de Salud y servicios UC, iniciativas que desde 2021 acercan atenciones de salud preventivas y espacios educativos a la comunidad, con foco en el bienestar de sus habitantes. Este año destacaron dos innovaciones: la articulación con el voluntariado interuniversitario Trabajos de Salud Rural, donde participan alumnos de Odontología, Terapia Ocupacional, Kinesiología, Medicina y Nutrición; y la incorporación del Centro de Estudiantes de Derecho UC, que ofreció por primera vez asesoría jurídica en Casa Central. 

Las jornadas reunieron a 152 voluntarios de 10 carreras distintas que brindaron 140 atenciones gratuitas en salud preventiva, odontología, nutrición, entre otros. Innovaron al incorporar por primera vez servicios de asesorías legales en derechos y trámites básicos, logrando derivar 5 casos a la Clínica Jurídica UC para un seguimiento especializado. En Campus Oriente (Parroquia Santa Bernardita), la feria se integró estratégicamente el bazar mensual de la parroquia y se sumó el taller de alfabetización digital con la Fundación Conecta Mayor. En San Joaquín y Casa Central, destacaron las demostraciones culinarias con degustación lideradas por estudiantes de Nutrición, promoviendo hábitos alimenticios saludables y accesibles.  

También en la línea de la salud, los programas de voluntarios “Odontomóvil” y “Bocas: más que dientes” desplegaron operativos odontológicos en sectores estratégicos: Odontomóvil atendió a 29 pacientes, principalmente adultos mayores, en el entorno de San Joaquín (Colegio los Húsares, marzo) con tratamientos gratuitos como sellantes, obturaciones y ajuste de prótesis, además de talleres de higiene bucal para niños y adolescentes. Por su parte, Bocas más que dientes se enfocó en la prevención del cáncer oral en una actividad en el barrio San Borja (en el entorno de Casa Central, mayo), beneficiando a 18 adultos mayores con autoexámenes guiados y kits de higiene. 

Educación Ambiental:  

Durante el primer semestre de 2025, el área de VDC consolidó su programa de Educación Medioambiental para niños, niñas y adolescentes (NNA), iniciativa que promueve hábitos sustentables mediante talleres teórico-prácticos en establecimientos educativos cercanos a los campus. 

Desde enero, en el campus San Joaquín se recibió a estudiantes de jardines infantiles, la Escuelita Kimelu y el Colegio Julio Barrenechea, a través de visitas que buscaron fomentar el cuidado ambiental en la primera infancia mediante metodologías de aprendizaje vivencial integrada con la biodiversidad del campus. Las visitas se enfocaron en infraestructuras sustentables del Campus San Joaquín como el Vermicampus, Huerto San Francisco, Gimnasio y punto limpio central

Estudiantes del colegio Regina Pacis fueron partícipes de un taller de huerto y luego participaron de la reforestación comunitaria en campus San Joaquín.

Este trabajo ha profundizado la relación con seis actores territoriales del área educativa, implementándose cursos de aprendizaje y servicio, ejecutados por alumnos UC de carreras como Enfermería, Kinesiología, Veterinaria y Nutrición, desplegando actividades lúdicas y educativas. 

Por otro lado, durante mayo y junio estudiantes voluntarios de ECOS de las carreras de Física, Agronomía y Trabajo Social, impartieron talleres de huerto para escolares de segundo medio en el huerto comunitario del Colegio Regina Pacis, cercano al Campus Oriente. Posteriormente, los mismos estudiantes visitaron el campus San Joaquín para participar en una actividad de reforestación comunitaria, plantando especies arbóreas nativas en el sector sur del campus. 

Cultura y Patrimonio Barrial 

Desde 2021, el área de VDC impulsa una mesa de articulación barrial con vecinos del campus Casa Central, planteándose allí la importancia de posicionar el arte, la cultura y la puesta en valor del patrimonio local, vinculándose en el pasado con hitos como el Día de los Patrimonios y generando instancias de apoyo a organizaciones como el Coro Ciudadano San Borja. 

Durante este año, en el marco del Día de los Patrimonios (celebrado en mayo), se realizó un encuentro en la Torre 12 de San Borja, cerca de Casa Central. La actividad incluyó la devolución simbólica del Libro de Relatos Patrimoniales co-creado por vecinos —con testimonios sobre la historia del barrio— y el lanzamiento del Comité de Adelanto Cultura y Patrimonio San Borja. Integrado por residentes, este comité participará como jurado en el próximo concurso fotográfico ‘Miradas Patrimoniales de mi barrio’, iniciativa impulsada por VDC. 

El concurso fotográfico abrió su convocatoria el 26 de mayo y cerrará el 15 de agosto de 2025 y está dirigido a las comunidades vecinas de los campus UC. Se recibirán imágenes que capturen el patrimonio tangible e intangible del barrio, y las obras seleccionadas se exhibirán en el sitio web vecinos.uc.cl y actividades comunitarias. 

Durante el primer semestre 2025, la UC realizó tres nuevas ediciones de sus Feria de Salud y Servicios.

Próximos pasos 

Para el segundo semestre de 2025, VDC se proyecta a mantener su compromiso con los barrios cercanos profundizando los tres ejes de trabajo que ya se han desarrollado. 

En el eje de Medioambiente y Sustentabilidad se expandirá el Programa de Educación Medioambiental para Infancias con nuevos talleres prácticos y se buscará abordar nuevas iniciativas que brinden asesoría en la Certificación Ambiental en conjunto con la Escuela Julio Barrenechea, apoyando su transformación en un espacio más sostenible.  

Además, se colaborará con la Dirección de Inclusión en el proyecto “En Libertad de Educación” (ELEDUC), que busca apoyar a mujeres privadas de libertad en su reinserción social mediante la educación. 

En el eje de Salud, se realizarán tres nuevas ferias de salud y servicios en zonas vecinas, ofreciendo atenciones médicas gratuitas y orientación en alianza con actores locales. 

Mientras que, en el eje de Cultura y Patrimonio, el concurso fotográfico patrimonial tiene contemplado la generación de instancias de difusión del material recopilado para celebrar la memoria e identidad del territorio. 


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Columna de opinión: El Sol, un recurso estratégico para Chile

Nuestro país posee uno de los mayores potenciales solares del planeta. El Desierto de Atacama registra niveles de irradiancia que superan los 2.800 kWh/m² al año, muy por encima del promedio mundial (1.800 kWh/m²/año). Esta condición convierte a la zona en un laboratorio natural ideal para el desarrollo y despliegue de tecnologías solares de vanguardia. […]

Nuestro país posee uno de los mayores potenciales solares del planeta. El Desierto de Atacama registra niveles de irradiancia que superan los 2.800 kWh/m² al año, muy por encima del promedio mundial (1.800 kWh/m²/año). Esta condición convierte a la zona en un laboratorio natural ideal para el desarrollo y despliegue de tecnologías solares de vanguardia. Para dimensionar su magnitud: con paneles solares en solo el 45 % del Desierto de Atacama, sería posible abastecer la demanda energética de toda América, incluyendo Estados Unidos y Canadá. 

En la última década, Chile ha protagonizado una transformación profunda en su matriz eléctrica. En 2014, la participación de la energía solar era marginal, con menos del 1 % de la capacidad instalada. En 2024, más del 30 % de la potencia instalada corresponde a energía solar fotovoltaica, y el 22–23 % de la electricidad total generada proviene del sol. Esto posiciona al país entre los líderes mundiales en generación solar. 

En este sentido, el desarrollo de tecnologías asociadas a la energía solar —ya sea fotovoltaica o termosolar— no solo responde al desafío de la descarbonización, sino que representa una oportunidad estratégica de desarrollo para Chile. 

A diferencia de otras fuentes, la energía solar no depende de combustibles importados, lo que fortalece la seguridad energética y reduce la exposición a inestabilidades de mercados externos. Además, el continuo descenso en los costos de generación ha convertido a la energía solar en una de las fuentes más competitivas del mercado. 

El verdadero potencial de la energía solar en Chile radica en su capacidad de habilitar múltiples transiciones, como son impulsar el desarrollo de nuevos sectores industriales, atraer nuevas demandas energéticas, tener un precio competitivo de energía eléctrica que incentive la electrificación de sectores intensivos en emisiones, y convertir al país en un polo de exportación de energía limpia. 

Pese a los avances, aún existen desafíos estructurales que deben ser abordados de manera rápida, como la incorporación de almacenamiento energético. El despliegue masivo de baterías y otras tecnologías de almacenamiento es esencial para mejorar la resiliencia de la red eléctrica, compensar la variabilidad solar y permitir una mayor penetración renovable en la matriz. Se requieren mejores incentivos, tanto para soluciones industriales como domiciliarias, que promuevan la adopción de estas tecnologías a gran escala. 

Otro desafío es la capacidad de transmisión eléctrica. La generación solar en el norte del país muchas veces no puede ser aprovechada en su totalidad debido a la congestión de las líneas de transmisión. Sin una expansión coordinada y anticipada de la infraestructura de transmisión, gran parte del potencial solar de Chile se pierde. Este cuello de botella limita inversiones y reduce la eficiencia del sistema.  

Lo anterior demanda una planificación territorial más ágil, junto con una gobernanza técnica que acelere las obras de transmisión estratégica. Este mismo problema se extrapola a la posibilidad de vender energía a países dentro del continente, lo que permitiría posicionar a Chile como una potencia energética. 

Columna de opinión escrita por: Félix Rojas, profesor de Ingeniería Eléctrica UC e investigador del Centro de Energía UC.


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Reforestar la ciudad: claves para recuperar la vida en el paisaje urbano

En medio del concreto, la congestión y la expansión incesante de las ciudades, la naturaleza parece haber quedado relegada a los márgenes. Sin embargo, en los últimos años, las reforestaciones urbanas han cobrado relevancia como una estrategia efectiva no solo para embellecer el entorno, sino también para abordar desafíos ambientales, sociales y climáticos. Pero ¿qué […]

En medio del concreto, la congestión y la expansión incesante de las ciudades, la naturaleza parece haber quedado relegada a los márgenes. Sin embargo, en los últimos años, las reforestaciones urbanas han cobrado relevancia como una estrategia efectiva no solo para embellecer el entorno, sino también para abordar desafíos ambientales, sociales y climáticos. Pero ¿qué significa realmente reforestar en la ciudad? ¿Qué factores deben considerarse para que estas intervenciones sean efectivas y sustentables? 

Más que árboles: suelos vivos en entornos degradados 

Según el académico Eduardo Arellano, investigador en restauración ecológica y profesor de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, “los sistemas urbanos están altamente perturbados y degradados”. La contaminación, el uso intensivo del suelo y la construcción han deteriorado de forma profunda los ecosistemas del entorno urbano. En ese contexto, las reforestaciones se transforman en una vía para recuperar funciones ecológicas clave: mejorar la retención de agua, captar carbono, fomentar la actividad microbiológica y, en general, devolverle al suelo su capacidad de sostener vida, añade el docente. 

No obstante, Arellano advierte que no todo espacio urbano es apto para ser reforestado: “Cada lugar tiene su historia. Puede haber suelos compactados, contaminados o modificados por décadas de intervención humana. La clave está en entender esa historia y adaptar las soluciones a ese contexto”. 

Las reforestaciones urbanas se transforman en una vía para recuperar funciones ecológicas clave en un escenario de contaminación, uso intensivo del suelo y construcción.

Una confusión común en proyectos urbanos es intentar replicar condiciones de ecosistemas naturales sin considerar las particularidades de la ciudad. Como explica Rosanna Ginocchio, doctora en ciencias biológicas y académica de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales UC, es fundamental distinguir entre reforestación, rehabilitación y restauración ecológica. Mientras la reforestación suele centrarse en la plantación de árboles, la restauración implica un proceso más integral, que busca recuperar las funciones originales de un ecosistema, algo que debe adaptarse cuidadosamente al entorno urbano. 

En las ciudades, las reforestaciones deben pensarse desde una perspectiva de servicios ecosistémicos, es decir, entendiendo los beneficios que estos espacios pueden entregar a las personas. Estos incluyen desde mejoras en la calidad del aire, regulación térmica, retención de aguas lluvias, entre otros asociados al contacto con la naturaleza. En palabras de Arellano, “los sistemas vegetales en la ciudad no solo capturan contaminantes o infiltran agua, también generan nichos de biodiversidad y contribuyen al bienestar emocional de la población”  

Especies nativas: ¿la mejor opción? 

Uno de los principios más promovidos por la restauración ecológica es el uso de especies nativas, por su capacidad de adaptarse al clima local y su rol en el sostenimiento de biodiversidad. Sin embargo, Arellano matiza esta afirmación cuando se trata del entorno urbano: “La ciudad cambia condiciones como la temperatura, la humedad o la exposición solar. A veces, una especie nativa no puede sobrevivir en medio del asfalto y los edificios. Es necesario evaluar caso a caso y no forzar soluciones por cumplir con una etiqueta ecológica”. 

Esto no significa renunciar a las especies nativas, sino combinarlas inteligentemente con otras que puedan adaptarse al nuevo contexto sin comprometer la salud ecológica del sistema. Tal como señala Ginocchio, las especies locales bien seleccionadas pueden fortalecer los ecosistemas urbanos, pero siempre que estén integradas a un diseño ecológico adaptado y no meramente decorativo. 

Participación ciudadana: la raíz del compromiso 

Una reforestación no termina con la plantación de árboles. Su éxito depende en gran medida del cuidado, seguimiento y apropiación comunitaria. Desde su experiencia en proyectos participativos, Eduardo Arellano sostiene que la co-creación es clave: “Cuando la comunidad participa desde el diseño hasta la implementación, se generan vínculos más profundos con el espacio. El vandalismo disminuye, el compromiso aumenta, y el impacto se amplifica”. 

“Cuando la comunidad participa desde el diseño hasta la implementación, se generan vínculos más profundos con el espacio”, Eduardo Arellano, académico UC.

Experiencias exitosas en comunas como Renca o La Pintana han demostrado que involucrar a juntas de vecinos, colegios y organizaciones locales potencia el arraigo territorial y asegura la sostenibilidad en el tiempo. Esta perspectiva coincide con estudios realizados por el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS), que ha documentado el valor del vínculo emocional y cultural entre las comunidades y sus entornos naturales. 

Pese a su relevancia, muchas veces las reforestaciones urbanas se realizan de forma aislada o simbólica, sin una estrategia a largo plazo. En palabras de Ginocchio, esto puede llevar a errores comunes, como plantar especies inadecuadas, no considerar el tipo de suelo o ignorar la necesidad de riego y mantención. 

Por ello, integrar la restauración ecológica urbana en las políticas públicas de mitigación del cambio climático es un paso fundamental. Existen avances —como los planes de acción regionales del Ministerio del Medio Ambiente y algunas iniciativas municipales—, pero aún falta mayor coordinación entre gobiernos locales, actores privados e instituciones académicas. La Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP) del gobierno chileno ya incluye la restauración urbana como una herramienta para enfrentar el cambio climático, pero su aplicación efectiva sigue siendo un desafío. 

Las universidades, por su parte, están llamadas a jugar un rol activo, no solo desde la investigación, sino también como modelos de intervención concreta. Campus como el de la UC en San Joaquín ya están implementando planes de áreas verdes, con iniciativas de reforestación que contemplan la participación de la comunidad universitaria y comunidades vecinas, combinando educación ambiental y acción climática. En este contexto, en los últimos años se han realizado tres jornadas de forestación en distintos sectores del campus: en el borde de avenida Carlos Casanueva en 2022, en el área de Deportes en 2023 y recientemente en el borde sur, a lo largo de avenida Benito Rebolledo. 

Las reforestaciones urbanas son una de las estrategias más efectivas y accesibles para revitalizar las ciudades.

Más allá de los beneficios ecológicos o estéticos, la restauración urbana también puede ser una herramienta de justicia ambiental. Las zonas con menos áreas verdes suelen coincidir con sectores de menores ingresos, lo que agrava las desigualdades en calidad de vida, salud y exposición al calor urbano. Reforestar estos espacios no solo es una cuestión ecológica, sino también social y ética

“En contextos urbanos, el habitante está desconectado de los ciclos de la naturaleza”, señala Arellano. Por eso, recuperar esa relación mediante espacios verdes accesibles y diversos contribuye también a una ciudadanía más consciente y resiliente.  

Un llamado a plantar futuro 

Frente a la crisis climática y la creciente desconexión de las personas con la naturaleza, las reforestaciones en contextos urbanos aparecen como una de las estrategias más potentes y accesibles para recuperar la vida en las ciudades. Pero no basta con plantar árboles. Se requiere planificación, conocimiento técnico, conciencia del contexto y, sobre todo, participación ciudadana. 

Como resume el académico de la UC: “Las ciudades necesitan más naturaleza, pero necesitan hacerlo bien. No se trata solo de llenar espacios vacíos, sino de diseñar sistemas vivos que dialoguen con la historia del lugar, con sus suelos, sus gentes y sus sueños”. 


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De huertos a forestación: programa de Educación Medioambiental cierra exitoso semestre

2 de Julio 2025

Impulsado por el área Vinculación y Desarrollo Comunitario (VDC) de la Dirección de Sustentabilidad UC, el Programa de Educación Medioambiental para Infancias cierra el primer semestre 2025 consolidándose como un espacio de colaboración entre la universidad y establecimientos educacionales vecinos a los campus universitarios. Durante este ciclo, se implementaron nueve actividades en articulación con seis instituciones.

Diseñado para niñas, niños y adolescentes de jardines infantiles y escuelas, el Programa de Educación Medioambiental para Infancias implementa un modelo de trabajo que integra recorridos experienciales por el campus San Joaquín, talleres prácticos de huerto y actividades de forestación en terreno. Este semestre, el proyecto amplió su impacto al incorporar estratégicamente a seis instituciones externas: Jardín Infantil Os Meninos, Jardín Infantil Nuevo Mundo, Escuelita Kimelu, Escuela Almeraki, Colegio Julio Barrenechea y Colegio Regina Pacis, fortaleciendo así un ecosistema de aprendizaje ambiental interinstitucional que promueve la sustentabilidad desde la primera infancia. 

El trabajo anual inició en enero en el campus San Joaquín con visitas guiadas para niños de los Jardines Infantiles Os Meninos y Nuevo Mundo, quienes asistieron junto a sus apoderados. Posteriormente, se replicó el formato de visitas educativas con la Escuelita Kimelu, con sus estudiantes y profesores, y el Colegio Julio Barrenechea, cuya visita fue coordinada junto a “Líderes Verdes” -organización interna del colegio compuesta por dos representantes de cada curso (de 1° a 8° básico), quienes manifiestan interés por temáticas ambientales.

Como parte de su compromiso con la sustentabilidad, el Colegio Julio Barrenechea optó a la Certificación Medioambiental para Establecimientos Educacionales otorgada por el Ministerio del Medioambiente.

Todas estas actividades buscaron fomentar el cuidado ambiental en la infancia mediante aprendizaje vivencial con la biodiversidad del campus. Las visitas se enfocaron en el área deportiva, así como bibliotecas e infraestructuras sustentables del campus San Joaquín como el VermicampusHuerto San Francisco, Gimnasio, punto limpio central, paneles solares, entre otros. 

Por su parte, el voluntariado ECOS UC (Estudiantes Comprometidos con la Sustentabilidad), perteneciente a la Dirección de Sustentabilidad, integró a estudiantes de Física, Agronomía y Trabajo Social en iniciativas de colaboración con colegios vecinos.  En el Huerto San Francisco del campus San Joaquín, alumnos del Colegio Julio Barrenechea realizaron labores de desmalezado, guiados por voluntarios universitarios. Posteriormente, una instancia similar fue replicada en el Colegio Regina Pacis -ubicado a pocas cuadras del Campus Oriente- donde se impartieron talleres prácticos de mantención de huerto para escolares de segundo medio, quienes participaron activamente en la mantención y mejora del huerto comunitario ubicado al interior del establecimiento, el cual está pronto a cumplir dos años de funcionamiento. 

El huerto del Colegio Regina Pacis es un espacio de formación y esparcimiento para sus estudiantes, quienes colaboran activamente en su mantención.

Las intervenciones del programa ECOS forman parte de un compromiso extracurricular que genera espacios para que estudiantes de cualquier carrera promuevan la sustentabilidad mediante trabajo comunitario. “La participación de voluntarios ECOS en el taller de huerta cumple un doble propósito: colaborar con el colegio en el desarrollo de sus actividades formativas en sustentabilidad para infancias y adolescencias, mientras se adquiere experiencia en el ejercicio de labores comunitarias con un impacto socioambiental positivo”señaló Claudio Sepúlveda, encargado de Programas y Vinculación Estudiantil del área de Comunidad de la Dirección de Sustentabilidad. 

En complemento a estas actividades, estudiantes del Colegio Regina Pacis se sumaron a la Forestación del Campus San Joaquín, actividad de restauración ecológica participativa liderada por la Dirección de Sustentabilidad. Junto a docentes, profesionales, plantaron especies nativas como ñipas, ajicillo, barba de viejo y calle calle en un sector del campus colindante con la calle Benito Rebolledo. Esta experiencia práctica les permitió potenciar el trabajo en equipo, además de adquirir conocimientos sobre biodiversidad y acción climática

La participación de entidades externas a la UC en la Forestación constituye un hito de colaboración entre la Universidad y sus comunidades vecinas.

Para el segundo semestre, VDC se proyecta continuar fortaleciendo el programa, articulando saberes académicos, compromiso estudiantil y necesidades territoriales. Entre las acciones planificadas destacan: una visita al campus San Joaquín con Regina Pacis para recorrer la forestación ejecutada este primer semestre, así como nuevas visitas con la Escuelita Kimelu, y la implementación de nuevos talleres como “La importancia de las plantas” para terceros básicos de la Escuela Julio Barrenechea.  

Los resultados del primer semestre —con nueve actividades realizadas— demuestran que la formación en sustentabilidad construye tejido comunitario desde la primera infancia. Esta dinámica se consolida mediante voluntariados estudiantiles que abren los campus a la comunidad educativa, mientras invitan a estudiantes a transformar sus entornos locales —escuelas, hogares y espacios públicos— en ejes de acción socioambiental. 


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Nueva reforestación colaborativa en campus San Joaquín

30 de Mayo 2025

En esta actividad se plantarán especies nativas para recuperar suelos, atraer biodiversidad y generar conciencia ambiental. La iniciativa, abierta a toda la comunidad universitaria, combinará acción, aprendizaje y trabajo en equipo en torno a un objetivo común: regenerar nuestro entorno desde la sustentabilidad.

Este 19 de junio, la Pontificia Universidad Católica de Chile invita a toda su comunidad a participar de una gran jornada de reforestación colaborativa en el campus San Joaquín. La iniciativa, liderada por la Dirección de Sustentabilidad UC, en conjunto con la Administración del campus, busca rehabilitar espacios, promover la biodiversidad y educar mediante el uso de especies nativas

Durante dos días, estudiantes, funcionarios, docentes y profesionales de la UC –inscríbete aquí– podrán sumarse a este esfuerzo colectivo que apunta a mejorar las condiciones ecológicas del campus y fortalecer la relación de la comunidad con su entorno natural. 

La jornada se desarrollará el jueves 19 de junio entre las 08:20 y las 16:00 horas, en bloques organizados para facilitar la participación de voluntarios en distintos momentos del día. La actividad incluirá plantación de árboles, arbustos y herbáceas nativas, siendo un espacio de aprendizaje sobre la importancia de la restauración ecológica en entornos urbanos universitarios. 

Maryon Urbina, directora de sustentabilidad UC, señala que “esta actividad representa un paso concreto hacia nuestro compromiso institucional con la sustentabilidad y la acción climática. Al recuperar áreas degradadas con flora local fomentamos la biodiversidad y la resiliencia ecológica del campus, y también promovemos la participación de nuestra comunidad en la construcción de un entorno más armónico y sustentable. Esta iniciativa se alinea con nuestra meta de alcanzar la carbono neutralidad al 2038 y refleja el espíritu de colaboración y responsabilidad que caracteriza a la UC”.  

La nueva reforestación en campus San Joaquín se llevará a cabo este 19 de junio y contempla una intervención de 910M2. Fotografía: Karina Fuenzalida.

Diseño de la intervención y especies a plantar 

La reforestación abarcará tres sectores del campus: el estacionamiento del edificio Ciencia y Tecnología (Sector A), el estacionamiento de College (Sector B), y el borde del Jardín Infantil (Sector C), sumando un total de 910 m² de intervención. Estos terrenos se encuentran actualmente con suelo compactado, erosionado y con escasa vegetación viva.  

Se utilizará un diseño que replica patrones naturales y considera la incorporación de especies nativas adaptadas a las condiciones locales, con especial énfasis en el Quillay (Quillaja saponaria Molina) como especie arbórea principal. La propuesta contempla la plantación de 121 núcleos de 6.25 metros cuadrados con un árbol central, 4 arbustos distintos, 4 herbáceas y una bromelia, generando una alta diversidad vegetal. 

Junto con los árboles, se integrarán una diversidad de arbustos y herbáceas, entre ellas: 

  • Ñipa (Escallonia rubra (Ruiz & Pav.) Pers.
  • Ajicillo (Alonsoa meridionalis (L.f.) Kuntze
  • Chupalla (Eryngium paniculatum Cav. & Dombey ex F. Delaroche
  • Geum amarillo (Geum magellanicum Comm. ex Pers.
  • Barba de viejo (Ageratina glechonophylla (Less.) R.M. King & H. Rob.
  • Solidago (Solidago chilensis Meyen
  • Haplopappus macrocephalus (Haplopappus macrocephalus (Poepp. ex Less.) DC.
  • Calle calle (Libertia chilensis (Molina) Gunckel
  • Quebracho (Senna candolleana (Vogel) H.S. Irwin & Barneby

Este conjunto de especies permitirá diversificar el paisaje, mejorar la infiltración del agua, controlar la erosión y, sobre todo, promover la biodiversidad local

Se utilizará un diseño que replica patrones naturales y considera la incorporación de especies nativas adaptadas a las condiciones locales.

Rossana Ginocchio, académica de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales UC y docente del curso de Restauración ecológica, explica la importancia de plantar especies nativas: “Primero que todo, es una oportunidad para hacer educación ambiental sobre nuestra biodiversidad vegetal y su valor. Es especialmente relevante que los jóvenes en formación y la comunidad UC aprendan a reconocer y valorar nuestra diversidad vegetal y los servicios ecosistémicos que esta entrega. Además, las especies utilizadas provienen de ecosistemas naturales de la zona centro-norte de Chile, donde más del 60% de la flora es endémica, es decir, exclusiva de esta zona del país. Sin embargo, muchas de estas especies están altamente amenazadas debido a actividades humanas históricas y actuales, en un territorio que alberga a la mitad de la población nacional. Por ello, esta zona constituye un hotspot de biodiversidad en flora y fauna: su riqueza biológica es única en Chile y en el mundo, pero se encuentra en grave peligro por la presión antrópica, como la urbanización, la agricultura intensiva y extensiva, la minería y la parcelación de suelos”, detalla la académica. 

Por su parte, María Alejandra Vargas, profesora de la misma facultad, señala que “las especies nativas fortalecen la biodiversidad al ofrecer alimento y refugio a la fauna local, favorecen el equilibrio ecológico y se integran de mejor manera al entorno, ya que han evolucionado junto al ecosistema local. A diferencia de las especies exóticas, no representan un riesgo de invasión ni de competencia desleal con otras especies, y además ayudan a prevenir la erosión del suelo y conservar los servicios ecosistémicos del campus. Su presencia permite reconstruir las relaciones ecológicas propias del territorio, haciendo del campus un espacio más coherente con el paisaje natural de Chile central”. 

Se espera la participación de integrantes de nuestra comunidad universitaria para hacer de esta actividad una instancia colaborativa.

Una invitación a reconectar con la tierra 

Además del impacto ambiental, esta actividad se presenta como una instancia formativa y significativa para quienes habitan el campus. El contacto con la naturaleza, el aprendizaje colaborativo y el sentido de propósito común hacen de esta reforestación una oportunidad para renovar el compromiso individual y colectivo con la sustentabilidad. 

El proyecto no solo busca restaurar un sector del campus, sino también inspirar una cultura de participación y cuidado ambiental. Se trata de una oportunidad para que la comunidad UC sea protagonista de la transformación ecológica de su propio entorno. 

¿Cómo participar? 

Las inscripciones están abiertas para toda la comunidad UC. Quienes deseen participar deben inscribirse previamente en alguno de los bloques disponibles para el 12 o 13 de junio. No se requiere experiencia previa en plantación, solo disposición a colaborar y aprender. 

Se recomienda asistir con ropa cómoda, bloqueador solar, gorro y botella de agua reutilizable. Herramientas serán provistas en el lugar. 

Inscríbete aquí y sé parte de esta experiencia transformadora. 


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Sustentabilidad y educación superior: encuentro de La Tríada en la UC

27 de Mayo 2025

Representantes del Tecnológico de Monterrey de México y de la Universidad de los Andes de Colombia visitaron la Pontificia Universidad Católica de Chile en el marco del grupo de trabajo en sostenibilidad de La Tríada, red de colaboración entre estas tres universidades latinoamericanas. El encuentro reforzó la agenda común en sustentabilidad, generó nuevos vínculos institucionales y abrió oportunidades concretas de colaboración en docencia, infraestructura e incidencia pública.

Una visita enmarcada en la participación conjunta de las tres universidades en el Congreso Internacional de Infraestructura para la Educación Superior, CIIES 2025, organizado por la Universidad Técnica Federico Santa María. En este evento, titulado “La cumbre que define el futuro de la infraestructura educativa”, se presentaron experiencias destacadas en infraestructura y sustentabilidad. Por parte de la UC, expusieron Josefina Edwards, directora de Administración y Servicios, y Maryon Urbina, directora de Sustentabilidad. Desde Colombia, participó Maurix Suárez, gerente del campus de la Universidad de los Andes, mientras que por el TEC de Monterrey expuso Paola Visconti, directora de Desarrollo Sostenible y Vinculación. También formó parte de la delegación mexicana Elsa Romero, directora de Infraestructura del TEC. 

Aprovechando su paso por Chile, las delegaciones realizaron una visita de trabajo a la UC que se extendió por dos jornadas. Esta instancia tuvo como objetivo central acelerar y actualizar la agenda común en sustentabilidad de La Tríada. En ese contexto, se compartieron avances, mejores prácticas y desafíos en materia de sustentabilidad institucional, con un fuerte énfasis en el rol articulador que las universidades pueden desempeñar en la agenda climática regional. 

Tomás Dalla Porta, director de Infraestructura UC, presentó los avances en esta materia en nuestra universidad a los representantes de La Triada.

Durante su estadía en el campus San Joaquín, las delegaciones participaron en reuniones con diversas unidades de la UC. Uno de los encuentros clave fue con la Dirección de Infraestructura, donde su director, Tomás Dalla Porta, presentó la composición de los campus UC y sus avances en infraestructura, con especial atención en las construcciones sustentables. 

También se sostuvo un encuentro con el Instituto para el Desarrollo Sustentable (IDS), donde su directora, Mónica Antilén, presentó el quehacer de la universidad en formación e investigación en sustentabilidad. La conversación fue complementada por Manuel Tironi, subdirector de investigación. 

Otro hito relevante fue la reunión con representantes de la Red Campus Sustentable, instancia que permitió compartir con los socios internacionales la experiencia de trabajo colaborativo que caracteriza a esta red chilena. Participaron representantes de la Universidad de Chile, la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), la Universidad Andrés Bello (UNAB) y la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB) de Colombia. Los asistentes valoraron especialmente el importante trabajo en red que realizan las instituciones de educación superior chilenas por la sustentabilidad, y herramientas desarrolladas por la red, como el Acuerdo de Producción Limpia (APL) y el sistema de reporte RESIES. 

“El principal objetivo fue fortalecer los lazos de colaboración entre nuestras instituciones en materia de sustentabilidad”, explicó Maryon Urbina, directora de Sustentabilidad UC. “Buscábamos generar un espacio de diálogo y aprendizaje mutuo, reconociendo nuestras realidades institucionales y buscando sinergias que potencien nuestro impacto colectivo en la región”. 

Además de recorrer el campus UC y conocer experiencias de implementación de infraestructura verde y sistemas de gestión de residuos, el grupo de trabajo actualizó su agenda común con tres objetivos estratégicos. En primer lugar, compartir mejores prácticas en sustentabilidad entre los equipos gestores de cada universidad; luego potenciar la participación de las instituciones de educación superior en la agenda climática global, especialmente en la COP; y finalmente, consolidar el rol articulador de estos equipos dentro de sus respectivas instituciones, conectando actores y temáticas diversas para fortalecer una visión integrada de sustentabilidad. 

“El principal objetivo fue fortalecer los lazos de colaboración entre nuestras instituciones en materia de sustentabilidad”, explicó Maryon Urbina, directora de sustentabilidad UC.

“Para nosotros en la UC es siempre muy importante compartir. Dado que teníamos visitas que son referentes en la región, nos parece muy valioso generar instancias que permitan el intercambio de ideas, reflexiones y experiencias que son valiosas por los aprendizajes que generan en la incorporación de la sustentabilidad en la educación superior”, añadió Urbina. “Estamos muy contentos de haber sostenido esta reunión, porque es visible que desde Chile podemos ser un aporte y un ejemplo en la forma de trabajar en red, con avances concretos como el APL y RESIES. A la vez, es siempre una gran oportunidad escuchar de primera fuente a nuestros socios latinoamericanos, de quienes también aprendemos y con quienes construimos colaboración”. 

Para Paola Visconti, del TEC de Monterrey, la visita fue una oportunidad concreta para profundizar el trabajo conjunto: “Esperaba fortalecer los lazos de colaboración entre las tres universidades, conocer de primera mano las iniciativas de sostenibilidad de la UC y la Universidad de los Andes, y encontrar puntos en común para construir una agenda compartida”. Entre los aspectos que más destacó, mencionó la apertura de la UC para compartir avances y desafíos, así como la reunión con la Dirección de Infraestructura, “que abre la puerta a estrechar aún más la colaboración”. 

Desde Colombia, Maurix Suárez también subrayó el valor estratégico del encuentro: “En la Universidad de los Andes estamos trabajando en la actualización de nuestro programa de sostenibilidad y en nuestro proceso de planeación quinquenal. Las experiencias de la UC y el TEC nos ayudan a fortalecer nuestras propuestas, su estructuración, seguimiento y medición”. 

Otro hito relevante fue la reunión con representantes de la Red Campus Sustentable para conocer la experiencia de trabajo colaborativo que caracteriza a esta red chilena.

Los tres representantes coincidieron en que La Tríada tiene un enorme potencial como motor de transformación para las universidades de la región. “Este encuentro me deja con motivación renovada para seguir impulsando acciones que generen impacto real y colectivo”, afirmó Visconti. Suárez complementó: “Estos intercambios fortalecen nuestra posición de liderazgo en América Latina y nos permiten identificar oportunidades futuras de colaboración en ámbitos institucionales diversos”. 

Con estas jornadas de trabajo, La Tríada renueva su compromiso con una educación superior comprometida con la sustentabilidad y conectada con los desafíos globales, demostrando que el trabajo en red no solo potencia los aprendizajes, sino que también amplifica el impacto. 


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Gastón Soublette: el sabio que defendió la armonía con la naturaleza

26 de Mayo 2025

El filósofo, esteta y musicólogo chileno Gastón Soublette (1927–2025) dejó un legado profundo en la reflexión sobre la sustentabilidad, la ecología y la conexión espiritual con la naturaleza. A lo largo de su vida, promovió una visión del mundo en la que el ser humano vive en armonía con su entorno, inspirándose en las cosmovisiones […]

El filósofo, esteta y musicólogo chileno Gastón Soublette (1927–2025) dejó un legado profundo en la reflexión sobre la sustentabilidad, la ecología y la conexión espiritual con la naturaleza. A lo largo de su vida, promovió una visión del mundo en la que el ser humano vive en armonía con su entorno, inspirándose en las cosmovisiones de los pueblos originarios, especialmente la mapuche. 

Soublette, académico del Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile, fue un defensor incansable de las culturas indígenas. Su interés por la espiritualidad y el arte de estos pueblos lo llevó a coleccionar más de 300 piezas de arte indígena, incluyendo cerámicas, textiles y objetos rituales de culturas como la mapuche, inca y diaguita. En 2015, donó esta colección a la UC, donde se exhibe en el Aula de Arte Pueblos Originarios del Campus Oriente. 

Soublette señalaba que no se debía pensar desde el prejuicio de que el arte indígena es un arte deficitario. “Corresponde a una cultura que en sí misma es completa. Tiene sus mitos, su mística y su técnica. Hicieron arte y artesanía conforme a su forma de vida y a su cosmovisión. Es un pueblo que vive absolutamente integrado al orden natural”, afirmaba durante la ceremonia de presentación del Aula de Arte Pueblos Originarios. 

Gastón Soublette a lo largo de su vida promovió una visión del mundo en la que el ser humano vive en armonía con su entorno. Fotografía: César Dellepiane.

La cosmovisión mapuche y la defensa del paraíso 

En el documental “El Sabio de la Tribu”, el fallecido filósofo manifestaba que el pueblo mapuche representaba una sabiduría ancestral que valoraba la vida en comunidad y el respeto por la naturaleza. Destacaba que los mapuches defendían su territorio, el Wallmapu, no solo como un espacio geográfico, sino como una entidad viviente que se debe proteger.  

“La obra más valiosa creada por ellos es que pusieron el énfasis en el hombre y no en las cosas”, señalaba Soublette, en una entrevista difundida a través de las redes sociales de la organización sin fines de lucro Mocen, dedicada a la divulgación de pensamiento crítico y sabidurías ancestrales. En esa ocasión, destacaba la importancia de la espiritualidad y la conexión con la naturaleza en la cultura mapuche. 

Soublette fue crítico de la civilización industrial y su impacto en el ecosistema. Advertía que esta forma de vida había destruido el equilibrio natural y nos tenía al borde del colapso ambiental y él abogaba por una reconexión con las sabidurías ancestrales y una vida más sencilla y espiritual, según señalaba en una entrevista del diario La Tercera en 2020.

“La obra más valiosa creada por ellos -el pueblo mapuche- es que pusieron el énfasis en el hombre y no en las cosas”, Gastón Soublette. Fotografía: Karina Fuenzalida.

En la ceremonia de inauguración del Aula criticaba que: “La política chilena en lo que se refiere a nuestros pueblos originarios se ha basado en el supuesto de que la condición aborigen es un estado de evolución del hombre caracterizado solo por la carencia de los bienes y conocimientos del mundo civilizado”, subrayando la necesidad de valorar las culturas nativas por su sabiduría y conexión con la naturaleza.  

Un legado para las futuras generaciones 

El legado de Gastón Soublette trasciende su obra académica. Su vida fue un testimonio de coherencia entre pensamiento y acción, promoviendo una visión del mundo en la que el ser humano vive en armonía con la naturaleza y valora las sabidurías ancestrales. Su colección de arte indígena y sus enseñanzas siguen inspirando a nuevas generaciones a buscar un camino más sustentable y espiritual. 

En un mundo cada vez más desconectado de la naturaleza, las palabras y acciones de Soublette nos recuerdan la importancia de reconectar con nuestras raíces y vivir en equilibrio con el entorno que nos rodea. 


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