La comunidad UC cuida la forestación

En septiembre de este año autoridades, académicos(as), estudiantes y funcionarios(as) metieron las manos en la tierra por un objetivo en común: la forestación del ala norte del campus San Joaquín. Una actividad en donde se plantaron más de 700 especies nativas en un espacio que alcanzó aproximadamente 568 metros cuadrados.

Sin embargo, el proyecto de forestación no terminó cuando se dio la última palada de tierra. Según nos cuenta Marcos Muñoz, encargado de operaciones de la Dirección de Sustentabilidad, esta iniciativa necesita una mantención, de por lo menos dos veces al año, con tal de eliminar las hierbas no deseadas para estimular un mejor desarrollo, crecimiento y adaptación de las especias nativas. “Además, es necesario incorporar materia orgánica, como pasto y hojas, para mantener la humedad del suelo y su potencial de regeneración natural”, agrega el profesional.

Este trabajo de mantención, aparte de deshierbe y aplicación de materia orgánica, incluyó una reforestación en aquellas islas donde se presentaron bajos índices de sobrevivencia, principalmente arbustos y herbáceas, reforzamiento de los cercos, mantenimiento de los tutores de cada árbol, una revisión del sistema de riego y una recolección de los protectores de las plantas.

Una jornada de limpieza y reforestación que contó, nuevamente, con la colaboración de la comunidad UC. A través de un llamado público, voluntarios y voluntarias, se inscribieron para participar en esta actividad comunitaria en pos de la Acción Climática.

Maria Gabriela Sepúlveda, estudiante de la carrera de Kinesiología UC, afirma que “siempre me han gustado este tipo de actividades, sobre todo las que tienen que ver con sustentabilidad y es necesario tomar un rol de cambio dentro de la universidad”. Además, explica que si bien, no pudo participar en la forestación de septiembre, eso no fue un impedimento para colaborar en esta nueva jornada, ya que las instrucciones de los monitores y monitoras eran claras y siempre estaban dispuestos a resolver dudas.

Esta actividad comunitaria fue necesaria para este proyecto, puesto que si no se realizaba la mantención las islas nativas iban a sobrepoblarse y se iba a generar competencia en cuanto al desarrollo de las plantas.

Sin duda, la colaboración de la comunidad UC en el cuidado de los espacios forestados es esencial. “Se genera comunidad y un desarrollo colectivo ecológico en vías de potenciar la sustentabilidad dentro de nuestra universidad”, añade Marcos Muñoz. Por su parte, María Gabriela hace un llamado a todos sus compañeros y compañeras a participar de este tipo de actividades. “Cualquier persona puede venir y eso ya es un cambio. El campus San Joaquín es un área verde y tenemos que cuidarlo entre todos y todas”, finaliza la estudiante.